Bolivia: El 70% de los electores son urbanos, pero sólo eligen 50% de los escaños

La distribución de escaños en la Asamblea Legislativa Plurinacional es uno de los campos de batalla más importantes de esta elección. La oposición busca quitar al oficialismo los dos tercios y tomar este órgano para tener poder de fiscalización sobre el Ejecutivo y retomar la iniciativa política tras tres elecciones presidenciales ganadas por el MAS.

Sin embargo, el camino es largo, y mucho más cuando las reglas para la distribución y asignación de escaños favorecen al voto rural, sector que es la base más dura del oficialismo, afirmaron expertos en legislación y geografía electoral.

Según los analistas Carlos Cordero y Paul Antonio Coca, y en base de la comparación de datos, el 70% de la población urbana elige sólo al 50% de los escaños uninominales, que se diseñaron en circunscripciones según la Ley 026 de Régimen Electoral, la Ley 421 de Distribución de Escaños y otras.

La distribución de escaños se diseñó en base al Censo Nacional de Población 2012 y sólo puede ser modificada mediante otra ley específica y otro censo nacional, que por norma en el país se realiza cada 10 años.

Carlos Cordero explicó que “existe toda una inclinación para favorecer a las zonas rurales y a los pueblos indígenas campesinos, y, claro, colateralmente se beneficia el MAS, porque se supone que los representa”.

Veamos los datos. Según el Censo 2012, que es la base de la distribución de escaños, en Bolivia se registraron 10.059.856 habitantes, de los que 6.788.962 pertenecen al área urbana y 3.270.894 a la rural. Es decir, 67,5 es urbano y 32,5%, rural.

Pero, según el Reglamento de Distribución de Circunscripciones de 2014 —que sigue vigente— y la consiguiente geografía electoral, de las 63 circunscripciones uninominales, 27 están en áreas urbanas y 36 en zonas rurales.

Además hay siete circunscripciones especiales indígenas ubicadas en zonas rurales, con lo que este sector suma 43 diputaciones.

Paul Coca aseveró que “esto ha hecho que existan cupos de diputados que pesen en los hechos más que otros cupos, porque bajo el discurso de reivindicar al indígena, lo que se ha hecho es sobrevalorar ciertos tipos de curules de estas circunscripciones especiales, de mesas que son muy pocas y están aisladas en el departamento”.

Para ejemplificar, la ciudad de Cochabamba tiene tres circunscripciones uninominales, y para 2014 cada una contaba con un promedio de 150 mil votantes. En tanto, la circunscripción 25, que abarca el cono sur y parte del valle alto, tenía 85 mi l votantes.

La diferencia es mayor en las siete circunscripciones indígenas. La diputación especial de Cochabamba en 2014 tenía 1.287 votantes inscritos, la de Oruro 1.129 registrados y la de Tarija, 17.505 habilitados. En seis de las siete especiales ganó el MAS, en varios casos logrando sacar sólo 500 o mil votos.

“Entonces, en algunas zonas rurales sacando 2 mil votos puedes elegir un diputado. En cambio, en (las ciudades de)La Paz, Santa Cruz o Cochabamba, necesitas un promedio entre 40 mil y 60 mil votos”, dijo.

Por ejemplo, la circunscripción 63 de Pando que es la más pequeña del país, contaba con 17.282 inscritos en 2014. Esta jurisdicción abarca los municipios de San Pedro, Gonzalo Moreno, Sena y otros, que los últimos días fueron noticia por el acarreo de votantes desde el vecino departamento de Beni.

Sin embargo, Cordero aseveró que estas diferencias “están socialmente aceptadas. La idea es que las zonas rurales deberían tener mayor representación política con el objeto de que sus representantes ayuden al desarrollo. Hay esas asimetrías, pero están socialmente aceptadas”.

Acotó que “es una inclinación del Gobierno que ha favorecido a las zonas rurales, pues tomaba decisiones que discriminan a las zonas urbanas y clases medias. Claro que, al decirlo, te acusa de una discriminación, cuando en realidad el sistema está discriminando a las clases medias del país”, concluyó Cordero.

Proponen equilibrar votos con otro censo

Ante el debate sobre la representación legislativa, algunos sectores, sobre todo de Santa Cruz, ya han propuesto que se adelante el Censo para 2020.

“En el mediano plazo hay que establecer reformas que establezcan un equilibrio porque, en ambos casos, las zonas urbanas y rurales somos todos bolivianos y tenemos los mismos derechos. Pero hay un sesgo a favor de las zonas rurales como una especie de exclusión durante muchos años. Por eso el Estado inclina la balanza favor de ellos”, dijo el analista Carlos Cordero.

En tanto, el politólogo Marcelo Arequipa explicó que el criterio poblacional no es el único para asignar escaños por departamento, ya que en la Ley 421 se añaden los siguientes criterios: departamentos con menor población, departamentos con menor grado de desarrollo económico y asignación de escaños por el principio de proporcionalidad.

Por ahora, dijo, el debate sobre el peso regional de aquellos departamentos que tienen más o menos diputados, o que existe una evidente migración interna de población de unos departamentos hacia otros, y que esto debería permitir tener un nuevo mapa de asignación de escaños en los departamentos, tiene que esperar hasta el siguiente censo que debería llevarse en 2022, de todas formas no hay que descartar que algún partido se ponga a proponer esto, especialmente aquellos que abanderaron la propuesta autonómica en su momento desde Santa Cruz.

Senado y “pluris” van de la mano del Presidente

60 diputaciones plurinominales y 36 senadores (cuatro por departamento) se distribuyen proporcionalmente, según la cantidad de votos que saca el binomio de un partidos.

Para el analista electoral Paul Antonio Coca, este sistema de distribución no es el ideal a las características políticas de Bolivia, por lo que planteó que las listas legislativas vayan separadas al del presidente.

“Para evitar esas asimetría, se tiene que redistribuir toda la geografía electoral boliviana, ampliar el cupo de uninominales y una redistribución equitativa de uninominales, disminuir la cantidad de plurinominales y, sobre todo, que el ciudadano elija al presidente y al vicepresidente de manera separada a la lista de senadores y de plurinominales”, indicó.

En comparación con otros países, Bolivia pone mayor peso de plurinominales que algunos de sus vecinos.

En Chile, se eligen 155 diputados y 72 senadores en listas por distritos y circunscripciones senatoriales. La distribución se hace bajo la fórmula D’Hondt desde 2018 pero bajo listas separada del presidente.

En Argentina, se eligen 257 diputados y 72 senadores. Los diputados se votan de forma directa por la población de cada provincia y se distribuyen bajo la fórmula D’Hondt de manera proporcional, mientras en la Cámara Alta, se vota bajo un sistema proporcional mayoritario por circunscripción (el primero se lleva dos y el segundo uno).

MÁS DATOS

La fórmula D’Hondt
El sistema electoral boliviano utiliza la fórmula D’Hondt, que es un mecanismo de conversión de votos en escaños. Esta fórmula reparte proporcionalmente los escaños según los votos obtenidos por partido.

La barrera del 3%
La asignación de diputados plurinominales se realiza sólo entre las organizaciones políticas que alcancen al menos el 3% de los votos válidos emitidos a nivel nacional.

Padrón crecerá 7%
El padrón de 2019 crecerá 7%, es decir, 411.587 nuevos votantes respecto al registro de las judiciales de 2017, tras la jornada de empadronamiento.// Los Tiempos

_

Publicar un comentario

0 Comentarios