Entre enero y agosto de este año, en promedio, Bolivia destinó alrededor de 50 millones de dólares cada mes en la compra de alimentos y bebidas procedentes del exterior, señala un reporte estadístico de la Fundación Jubileo.
En total, durante los primeros ocho meses de este año, se cancelaron 387,4 millones de dólares. En ese mismo periodo, sólo la internación de alimentos elaborados para el consumo en los hogares sumó hasta 253 millones de dólares.
La importación de alimentos básicos y elaborados destinados a la industria creció en más del 8%, entre enero y agosto de 2016, con respecto a igual periodo de 2015.
Los productos alimenticios para el consumo de los hogares internados al país, en términos de valor, decrecieron durante estos ocho meses del año.
Los países que aumentaron sus ventas a Bolivia, según cifras comparadas con similar lapso de 2015, son Argentina (1,8%), Chile (0,9%) y Brasil (3,1%).
En cambio, decrecieron las importaciones de alimentos desde Perú (-16,9%), Colombia (-7,4%), China (-6,1%) y Ecuador (-51,1%).
Con este reporte, la Fundación señala que se busca reflexionar acerca de la importancia no sólo de la seguridad alimentaria, sino también del criterio de soberanía alimentaria.
En la actualidad, esto se ve afectado por la competencia desleal de la importación de alimentos que a mediano plazo puede tener efectos negativos sobre la capacidad productiva y sostenible del país, en el desarrollo rural y hasta causar el crecimiento migratorio hacia las ciudades, alerta.// Página Siete
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