Cuando faltan siete domingos para la realización del referéndum
que aprobará o rechazará la repostulación de Evo Morales y Álvaro García Linera en las elecciones de 2020,
el mandatario y el Movimiento Al Socialismo trabajan en una estrategia que
considera la hipótesis de que el NO puede imponerse el próximo 21 de febrero.
En ese contexto, los estrategas del MAS han decidido reforzar
la campaña ofreciendo obras, mayor inversión pública y con la advertencia de que
si el NO se impone, significará el retorno del neoliberalismo al país.
De hecho, el presidente Evo Morales el pasado jueves 31 expresó
por primera vez la admisión de que el NO a la modificación de la CPE puede ser
mayoría en el referéndum.
“¿Qué está pasando compañero? (le dije). No me confió de qué
estaría preocupado y le digo: ‘si estamos bien, cómo va estar preocupado,
amargado, debemos estar felices, contentos, hemos hecho mucho. Aunque no
aprueben finalmente nuestra reelección, no importa, hicimos historia gracias al
pueblo boliviano”, manifestó Morales en rueda de prensa en la ciudad de Santa Cruz.

Una encuesta realizada por Apoyo Opinión y Mercado en La Paz,
El Alto, Cochabamba y Santa Cruz reveló que el 50% de los encuestados se opone a
una reforma constitucional que permita la repostulación del presidente Evo
Morales para la gestión 2020 – 2025.
En ese sentido, los estrategas dicen que el lunes dieron inicio
a la “verdadera campaña política”, haciendo conocer a la población sobre el
futuro productivo que le espera a Bolivia si gana el SÍ y el futuro “oscuro”
del país si gana el NO.
“Nosotros sólo hemos hecho un calentamiento de la campaña, el cuatro de enero vamos a iniciar la verdadera campaña, ahora hay que preguntarle a la gente qué va ocurrir, cuál es el peligro para el país después del SÍ y después del NO en el referéndum”, dijo Gustavo Torrico, delegado del MAS.
Según “El Compadre”, en el MAS hay la preocupación de que en
las elecciones de 2020, un partido que no sea el MAS tome las riendas del país,
pues, aquello, dice, truncaría los logros adquiridos en los ámbitos económicos,
sociales y políticos que se han conseguido en los últimos 10 años.
“Eso es lo que a mí me preocupa y le preocupa al MAS, y se lo vamos a decir a la gente. Si más allá de la explicación la gente nos da el voto negativo, simplemente que vean el espejo de la Argentina y van a poder ver el despido de los trabajadores y volverá la receta neoliberal que cae sobre los más pobres de los ricos”, dijo Torrico.
En esa línea, los discursos del presidente Morales y del
vicepresidente Álvaro García hacen notar sobre las características negativas que
de gobiernos como el de Argentina, si ganara el NO.
“El presidente Evo Morales nos ha planteado un plan de trabajo
de cinco años, y en ese plan de trabajo no somos como los partidos neoliberales
que son privatizadores; para un gobierno socialista como nosotros debemos crear
nuevas empresas del Estado; en vez de reducir salarios, aumentar salarios; en
vez de quitar bonos, crear más bonos; en otros países los gobiernos neoliberales
están quitando los bonos” dijo García en su discurso en Yapacani, la tarde del
pasado miércoles.
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Analista: MAS afrontará un gran problema en caso de ganar el NO
Si gana el NO en el referéndum para modificar la Constitución,
que es lo más probable que ocurra, el Movimiento Al Socialismo (MAS) va afrontar
un gran problema, porque estará obligado a buscar nuevos liderazgos para las
elecciones del 2019 y, obviamente, la oposición política se verá muy
fortalecida, afirmó ayer el analista político Carlos Cordero.
Según el experto, el 21 de febrero va a constituirse en el
evento político más importante de los últimos años, aparte de otros hechos
acontecidos en 2009, como la aprobación del texto constitucional vigente, y que
el que se avecina va a marcar sin duda el escenario político por los próximos 10
años.
A su juicio, el resultado es que va a producirse una renovación
importantísima de la política, la misma que va a alcanzar al propio MAS y,
consiguientemente, a la oposición. Señaló, asimismo, que si gana la opción por
el SÍ a la reforma a la Constitución, lo que habría en el país será prorroguismo
y continuismo, tanto del Presidente como del Vicepresidente.
“Lo que significa bloqueo generacional, imposibilidad en la fiscalización de parte de una sociedad de todo lo que se hizo en estos últimos 15 años, incluso dentro de los próximos 20 años, porque si se reforma parcialmente la Carta Magna y Evo Morales y García Linera son candidatos, la sociedad no podrá fiscalizar ni participar en la definición de políticas en los siguientes años”.
Cordero anotó también que si a eso se suman los 10 años a lo
que ya han venido gobernando, no va a ver la posibilidad de transparentar la
política. “Se imaginan ustedes, cómo hubiese sido el país si en la Gobernación
estuviese Felipa Huanca, si en la Alcaldía de El Alto aún estuviera en el cargo
Patana. Un poco eso es lo que nos ofrecen, si siguen las mismas personas
gobernando 20 años, pues no va a haber la posibilidad de transparentar la
política”, enfatizó.
FONDO INDÍGENA
Respecto al caso del ex Fondo Indígena, el entrevistado dijo
que es el punto más débil del Gobierno, ya que en su criterio es el hecho de
corrupción más escandaloso; porque se dijo que ese fondo estaba destinado a los
sectores más pobres del país, como es el sector campesino, pero lo grave fue que
se convirtió en fuente de corrupción.
Lamentó el hecho de que los propios dirigentes campesinos se
adueñaron de recursos que estaban dirigidos a los más pobres, lo que empobreció
muchísimo más a este sector, cambiando así su imagen. Porque anteriormente eran
la base étnica, la reserva moral del país, los pobres que no habían llegado al
poder y los que podían producir cambios en el país.
“Hoy en día, los propios indígenas han robado a los indígenas y han dejado el estigma de que son los más corruptos de Bolivia, por ello, todo esto le está haciendo un daño enorme a las aspiraciones de reforma constitucional del MAS para repostular nuevamente a la Presidencia a los actuales mandatarios”, dijo.
EDITORIAL
El editorial de EL DIARIO, en su edición de ayer, hace hincapié
en que de no estar pendiente el resultado de la consulta, en estos momentos el
Gobierno estaría mucho más sólido para cumplir su mandato que fenece el 2019 y,
por ende, se hallaría mejor garantizada la estabilidad política nacional. Sin
embargo, sostiene que este referéndum abre interrogantes y cuando estos se
hallan todavía sin respuestas, inevitablemente tienden a crear incertidumbre en
el país.
“Lo que sí está claro –añade– es que cualquiera sea el pronunciamiento ciudadano que se dé en las urnas, tendrá repercusiones políticas, acotando que en caso de que sea favorable para que Morales vaya a otra relección, se fortalecerá el autoritarismo del que se halla actualmente investido con todas las secuelas que entraña su ejercicio en los ámbitos generales del país”.
El editorial considera que de producirse un resultado adverso,
sin duda que debilitará al régimen, por lo que tendría que ser más cauto en su
conducción de los intereses patrios, es decir, equilibrar sus posturas respecto
a las objeciones que se le formulan desde la oposición y principalmente, por el
sentir de la opinión pública.
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Ataques del Gobierno a la prensa refleja nerviosismo
Los ataques de las autoridades de Gobierno a la prensa, a las
redes sociales tildándolas de “derecha” y las varias advertencias de que si gana
el NO, la población perdería sus conquistas, es solo una muestra del nerviosismo
del oficialismo ante los resultados de encuestas que rechazan la modificación de
la Constitución Política del Estado (CPE) y la posible
repostulación de Evo Morales a la Presidencia del Estado, según Carlos Böhrt.
“Tanto Evo Morales como García Linera, en consecuencia todo su
entorno están muy nerviosos porque seguramente los estudios de opinión que hacen
sobre la intención de voto para el 21 de febrero está ratificando que el voto
por el NO, está tomando cuerpo y delantera y esto los tiene muy nerviosos y
arremeten contra toda manifestación diferente a su pensamiento y a su línea de
Gobierno”, afirmó Böhrt en contacto con este medio.
Al respecto, citó dos ejemplos: las afirmaciones del
vicepresidente Álvaro García, quien dijo en una entrega de obras que si la
derecha gana en el próximo referéndum del 21 de febrero, les van a quitar sus
casas. “Lo que dijo García Linera es otro absurdo”. O las declaraciones de Evo
Morales cuando dijo que “si gana el NO, no importa, igual habremos hecho
historia”.
“Esto demuestra el nerviosismo en el que se encuentra y es la única forma que justifica esas declaraciones”, indicó.
Según el análisis del exlegislador, cualquier institución que
públicamente exprese su desacuerdo con la línea u objetivos del Gobierno, este
los califica de derecha, de opositores a su régimen.
Sin embargo, recordó que gran parte de los medios de
comunicación responden a los intereses del Gobierno tanto televisivos como de
prensa escrita, además del control que ejerce el oficialismo a través de la
publicidad estatal.
“No tiene ningún asidero (las versiones del Gobierno). Es resultado del nerviosismo, y simplemente, cierra los ojos al control que ellos tiene sobre la prensa”, manifestó.
Sobre las redes sociales, el analista señaló que también
personas afines al oficialismo son parte de estas redes y utilizan las mismas
para hacer campaña por el SÍ.// El Diario
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