Bolivia: El 60% de los municipios no cuenta con mapa de riesgos

La Paz aprendió a prevenir y encarar  desastres, paradójicamente, a raíz de un evento adverso que afrontó la ciudad el 19 de febrero de  2002, cuando una granizada provocó 69 muertos  y el municipio perdió 10 millones de dólares.

No obstante, a partir de aquella experiencia,  la ciudad se  especializó  en prevención de riesgos. ¿Los resultados? Cuando sucedió el megadeslizamiento del 26 de febrero de 2011 no hubo  muertos. ¿La clave? La gestión de riesgos. ¿Un factor importante? El mapa de riesgo.

Este instrumento, según los expertos, sirve para la  planificación y consiste en   una representación espacial en la que se  busca detectar las amenazas (inundaciones, deslizamientos, etc.) y vulnerabilidades (propensión de la sociedad a  sufrir daños a raíz de aquellas amenazas). 

En Bolivia, al menos el 60% de los municipios no cuenta con esta herramienta, según el Viceministerio de Defensa Civil. Es decir, seis de cada 10 alcaldías    no la elaboraron aún ; y este año se cumple el plazo establecido por la norma para que cada entidad territorial autónoma elabore la suya. 
Riesgos en BoliviaConsultado por Página Siete sobre cuántos de los 339 municipios del país   ya elaboraron su mapa de riesgo, el viceministro de ese despacho, Óscar Cabrera,  explicó que "por lo menos un 40% de los municipios ya cuentan con sus mapas”.  Es decir, aún carecen de este instrumento al menos 203 alcaldías. 

La prevención
La construcción de un mapa de riesgo se enmarca en la prevención de desastres, y reducción y mitigación de riesgos, una base de lo que es la Gestión de riesgos, la cual se inicia –según la norma- con la identificación de las amenazas y  vulnerabilidades.

La prevención, no obstante,  es una  actividad que no es tan visible para la sociedad ni capta la cobertura de los medios de prensa, como lo es la atención de desastres cuando suceden. No obstante, invertir en aquello  ahorra recursos.

"Normalmente se manejan unos valores económicos de que por cada dólar que se invierte en acciones de prevención se estaría ahorrando entre siete y 10 dólares en acciones de rehabilitación y reconstrucción. Cuesta más reconstruir o rehabilitar que prevenir”, explica Marcelo Carrión, especialista en la materia de la Universidad Mayor de San Andrés.

Una ley y decreto
En los últimos dos años, el Estado elaboró un marco normativo al respecto,  que más de un especialista destaca por la incidencia que hace en la prevención. La Ley 602 fue  puesta en vigencia el 14 de noviembre de 2014; y el decreto reglamentario 2342 se aprobó  el 29 de abril de 2015.
Cabrera, viceministro de Defensa Civil, subraya que uno de los pilares de la norma es promover "la cultura de la prevención”, y sostiene  que en la planificación, en todos los niveles de Estado, los proyectos de inversión y de obras  "deben tener el componente de gestión de riesgos”. 
Del lado de los especialistas se  sostiene que  el gran reto es que aquellas directrices que están plasmadas en la ley, se apliquen.
"Estas normativas priorizan acciones de prevención. Este elemento es un salto significativo que implica que ahora se debe aplicar todo eso. Ese es el gran reto, pero ya está norma”, expresa Carrión.
El Niño y el cambio climático
Especialistas consultados coinciden  en que  el fenómeno de El Niño y el cambio climático agravan la situación. Distintas noticias sobre lo primero dan cuenta de que El Niño de este año será el "más fuerte” de los últimos; y sobre  lo segundo, son conocidos los impactos que se están comenzando a sentir.   

En el caso de La Paz, Mauricio Claros, responsable del Centro de Operaciones de Emergencias de la Secretaría Municipal de Gestión Integral de Riesgos, explica que ambos fenómenos afectan al municipio, por ejemplo,  en el aumento de las lluvias. En el caso de la urbe paceña, dice,   la mayor parte de los riesgos identificados  tiene que ver con las precipitaciones.
"En La Paz tenemos 364 ríos;  entonces, al aumentar las lluvias, aumentan las posibilidades de tener problemas en los ríos, desbordes,  inundaciones...”, comenta.
De plazos y demás
La Ley 602 establece que las entidades territoriales autónomas que no cuenten con mapas de riesgos  deberán elaborarlos en el plazo de dos años a partir de la publicación de esa norma. El plazo culmina este año.

Al respecto, el viceministro Cabrera refirió que se analiza la posibilidad de brindar un curso para formar a los funcionarios de los municipios,  para que  puedan adquirir  capacidades para elaborar  mapas de riesgos. Lo otro, dijo, es que cada municipio contrate sus consultores y elaboren su mapa; "pero -agregó- qué mejor si nosotros (Gobierno) fomentamos”.

 Aprender de un desastre: el caso paceño
En febrero de 2002 , una granizada provocó inundaciones y riadas en la urbe paceña. El desastre provocó la muerte de más de 60 personas. Esa situación difícil, no obstante, dejó lecciones para el municipio paceño, que después de aquella  catástrofe desarrolló toda una institucionalidad para la gestión de riesgos. Hoy, el municipio tiene una Secretaría Municipal de Gestión Integral de Riesgos.

En febrero de 2011, cuando ocurrió el megadeslizamiento, los esfuerzos invertidos mostraron sus resultados.


"Desde   2002 ha habido un crecimiento, y se ha visto reflejado en el megadeslizamiento de Pampahasi-Callapa en el que gracias al sistema de alerta temprana hemos estado monitoreando el sector y cuando se ha empezado a activar este deslizamiento, a las siete de la mañana iniciamos un trabajo de evacuación ordenada... Y es uno de los más grandes éxitos que ha tenido la gestión de riesgos del municipio de La Paz, hemos logrado mover más de 2.000 personas sin tener ni un muerto  ni un herido”, explica Mauricio Claros, responsable del Centro de Operaciones de Emergencias de la Secretaría Municipal de Gestión Integral de Riesgos.// Página Siete
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