La violencia machista contra las mujeres tiene un impacto que 
va más allá del ámbito familiar, y afecta el desempeño en el trabajo o negocio 
de las víctimas y victimadores, lo que a su vez tiene repercusiones en el 
funcionamiento de las empresas donde trabajan. Un estudio sobre el tema estima 
que las pérdidas anuales equivalen al 6,5% del PIB.
El estudio descriptivo titulado “Los costos empresariales de la 
violencia contra las mujeres en Bolivia” (2015), realizado por impulso del 
Programa Regional ComVoMujer, financiado por la cooperación alemana, aplicó 
cuestionarios estructurados a personal de 31 empresas privadas grandes y 
medianas en Bolivia (ciudades del eje), además de una encuesta a 2.705 
mujeres y 4.638 hombres. “Para la estimación de costos se utilizó el diseño 
contable de costos indirectos del capital humano, que captura el valor de la 
pérdida del tiempo de trabajo debido a la ausencia o baja productividad. Se 
contabilizó en días laborales perdidos, salarios perdidos y luego corregido por 
el factor de productividad laboral individual”, dice la explicación 
metodológica.
Se tomaron en cuenta los sectores de la industria 
manufacturera, sector bancario, sector telecomunicaciones, rubro de servicios y 
empresas dedicadas a la comercialización.
Entre las consecuencias medidas por el estudio están la 
disminución del rendimiento laboral de agredidas y agresores, dificultades con 
colegas de trabajo y la clientela, retraso en la hora de llegada o pérdida de 
citas laborables. En cuanto al rendimiento, se pudo establecer que tanto 
agredidas como agresores tienen dificultades para concentrarse y lentitud en el 
trabajo, más preocupaciones personales o familiares (principalmente entre los 
agresores), agotamiento y cansancio, accidentes e incidentes laborales, hasta 
llegar a la productividad cero en el 10,3% de los casos.
Por cada agresor se pierden 38,4 días laborales, 27,5 días 
por cada agredida y 13,7 días por cada colega o testigo. En promedio por cada 
ataque que sufren las encuestadas o ejercen los agresores, llamadas 
colaboradoras/es en este estudio, “la empresa pierde la productividad de 1,18 
días laborales”.“A nivel país, las empresas están perdiendo en total 52.858.213 días laborales por año, por el presentismo y ausentismo (disminución del rendimiento y días que faltaron al trabajo) de sus colaboradoras/es involucrados directa o indirectamente con la VcM (violencia contra las mujeres en relaciones de pareja). Los agresores representan el 59,2% de estos días perdidos, seguido de las agredidas (33,4%) y testigos/as (7,4 %)”, dice el estudio.
En la estimación de los días laborales perdidos y el número de 
días de trabajo anual por persona a tiempo completo (288 días), hay una “pérdida 
de productividad de 183.534 colaboradoras/es a tiempo completo durante todo un 
año”. Las cifras del estudio son astronómicas, en síntesis plantea que las 
empresas pierden un equivalente al 6,46% del Producto Interno Bruto de Bolivia. 
“Los agresores son más costosos para las empresas, representan más de la mitad 
de estos costos, 1.170.061.648 dólares americanos equivalente al 3,82% del 
PIB”.
El estudio fue elaborado en el marco del Programa Regional 
ComVoMujer, con apoyo de la cooperación alemana.// PIEB.com.bo
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