Las repercusiones del cambio climático son una seria amenaza
para los esfuerzos de reducción de la pobreza, según un reciente informe del
Banco Mundial, que considera que una política de desarrollo rápido, inclusivo e
inteligente en relación con el clima puede prevenir los impactos a corto plazo y
las políticas de reducción de emisiones (de carbono) podrían limitar
drásticamente los impactos de largo plazo.
Esos impactos podrían derivar en el hecho de que antes de 2030
se sumen otras 100 millones de personas a la situación de pobreza. El informe
del Banco Mundial se difunde en vísperas de la realización de la
conferencia internacional de París (COP 21), cuando los gobernantes del mundo
acuerden políticas de reducción de emisiones de carbono para atenuar (o no) los
efectos del cambio climático en el planeta.
Según el informe, los más pobres están más expuestos a la
mayoría de las perturbaciones relacionadas con el clima, como inundaciones,
sequías y olas de calor, y cuando se ven afectados, pierden una mayor proporción
de sus bienes materiales. En los 52 países sobre los que hay datos disponibles,
el 85% de la población pobre está expuesta a la sequía, a temperaturas más
elevadas y desarrolla su vida en lugares donde se estima que la producción
alimentaria será menor.

Dos escenarios futuros fueron evaluados en el informe. El
primero con políticas de crecimiento lento y desigual (escenario de pobreza) con
mayor vulnerabilidad por el mayor número de personas en la pobreza, mayor
cantidad de agricultores vulnerables a la reducción de sus rendimientos, menor
nivel de protección social y de acceso a servicios de salud. En el segundo
escenario (de prosperidad) rápido, inclusivo y compatible con el clima puede
prevenir, aunque no totalmente, los impactos del cambio climático en 2030. En
todo caso son África (al sur del Sahara) y Asia meridional donde se producirán
la mayor parte de los impactos.
“Para ser social y políticamente aceptables, las políticas de
reducción de emisiones deben proteger, e incluso beneficiar, a los hogares
pobres. Y para erradicar la pobreza de manera sostenible, las políticas de
reducción de la pobreza deben contribuir a la estabilización del cambio
climático. Por ejemplo, el uso de los recursos fiscales provenientes de la
eliminación de subsidios a combustibles fósiles para mejorar la protección
social puede reducir las emisiones de carbono y la pobreza al mismo tiempo”,
dice el informe.
Entre esas medidas para la agricultura se sugiere desarrollar
prácticas y variedades de cultivo y de ganado con resistencia al clima y
contexto de cada país; desarrollar infraestructura y protección social para
enfrentar las subidas de precio de alimentos; diseñar políticas relacionadas al
uso de suelos y protección de la seguridad alimentaria; y reducir las tensiones
ajenas al cambio climático sobre los ecosistemas.// PIEB.com.bo
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