Potomanía, el riesgo de beber agua en exceso

Decir que el agua es vital no es una novedad. No obstante, no siempre es recomendable abusar de su consumo ya que se puede incurrir en la potomanía.

Mucho cuidado con los excesos de agua. ¿Alguna vez pensó que beber agua potable podía hacerle mal? Aunque no lo crea, beberla en exceso está considerado como un trastorno de la alimentación no especificado (TANE) denominado potomanía, que se produce cuando el individuo siente la necesidad de ingerir grandes cantidades de líquido aún sin tener sed y siente una satisfacción muy grande al hacerlo.

Las causas de la potomanía. Descartadas causas físicas como la diabetes o trastornos hipotalámicos que lleven a ingerir agua en exceso, la potomanía, según la especialista Iris Suárez, puede clasificarse como "un trastorno alimentario no específico" asociado a otras patologías psiquiátricas. Como la anorexia o la vigorexia, el número de personas adictas al agua crece de forma significativa en la sociedad actual donde se idolatra la apariencia física: "Se bebe por una obsesión por la salud hasta que se hace de forma compulsiva y sin control", enfatizó.
Riesgos para la saludRiesgo de los excesos. La potomanía no es un mal menor. Beber abundante agua puede provocar un exceso de este líquido en la sangre, lo que genera calambres, hiponatremia, náuseas, dolores de cabeza, parálisis, convulsiones, insuficiencia cardíaca e incluso puede inducir al individuo al estado de coma y posterior muerte.

Por supuesto esto no ocurre de un momento a otro ni se produce por beber gran cantidad de agua un día en particular. La potomanía es un hábito que se repite usualmente, desgastando el organismo y acostumbrándolo a esa necesidad. Cuando el hábito ya se ha generado, se debe preocupar y buscar asistencia médica.

Lo aconsejable. Se calcula que una persona debe ingerir aproximadamente 2 litros de agua al día. Esta cantidad se utiliza como media tanto para evitar sufrir síntomas de deshidratación como para no excederse en el consumo. .

1. Insomnio. Beber grandes cantidades de agua, sobre todo al final del día, puede interrumpir el sueño.

2. Sudoración extrema. El exceso de hidratación está ligado a los problemas de sudoración.

3. Afecta los riñones. Al beber mucha agua los riñones no pueden eliminar el exceso de líquido rápido y la sangre se vuelve más diluida.


4. Cerebro. La ingesta abusiva del líquido propicia una eliminación excesiva de minerales entre ellos el magnesio, imprescindible para el buen funcionamiento del cerebro// El Día.com.bo
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