Mujeres que inhalan humo de leña están predispuestas a enfermedades cardiopulmonares

Las mujeres del altiplano que inhalan humo de leña están expuestas a contraer enfermedades cardiopulmonares, según un estudio del Instituto Boliviano de Biología de la Altura (IBBA), que examinó a mujeres de 15 a 44 años de edad en una población de la provincia Manco Kapac en La Paz.

La investigación fue financiada por recursos IDH de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) para las gestiones 2012-2013, con el propósito de conocer la situación de las enfermedades pulmonares crónicas producidas por exposición a humo de leña en mujeres. La neumóloga Ingrid Melgarejo, coordinadora del estudio, explica que para este estudio eligieron la población Siripaca ubicada a 3.850 metros sobre el nivel del mar, a orillas del lago Titicaca, donde las mujeres de la zona utilizan biomasa, leña de eucalipto, como combustible para sus fogones de cocina.

“Estas mujeres expuestas al humo de leña tienen niveles elevados de estrés oxidativo. El estrés oxidativo se considera un proceso inflamatorio sistémico (todo el organismo) que las predispondría preferentemente a enfermedades en la esfera cardiopulmonar”, dice Melgarejo, destacando uno de los resultados de la investigación. La investigadora explica que de por sí la hipoxia hipobárica (descenso de aporte de oxígeno a los tejidos) presente en los habitantes de altura produce un aumento de los niveles de estrés oxidativo, pero es la primera vez que se mide este factor en el país.

La doctora Elfride Balanza, miembro del equipo de investigación, explica que el metabolismo celular normal produce radicales libres que, a consecuencia de algunos factores endógenos o exógenos al organismo, pueden exceder en cantidad y convertirse en estrés oxidativo. Pero esto no se puede detectar por un examen clínico, por eso Balanza trabajó en la medición del marcador biológico malondialdehído (MDA) en la sangre de las mujeres examinadas.

Humo y problemas de salud“Hemos utilizado (muestras de) sangre a través de pinchazo, que es una técnica más accesible y menos agresiva… Hemos encontrado un valor referencial en nuestro medio para que con ese valor podamos determinar si están elevados o bajos (los niveles del marcador biológico)”, comenta Balanza. Es decir que primero se aplicó una prueba piloto a 180 personas sanas en La Paz, lo que permitió estandarizar la técnica y establecer la referencia para un lugar de altura. Entonces se verificaron estudios de MDA a nivel del mar, donde los valores normales de las personas están en los 2.2 micromoles por litro (mmol/L), en cambio en condiciones de la altura de La Paz se registró 5.3 mmol/L en personas sanas y, a partir de ese valor de referencia, en las mujeres expuestas la medida fue de 5.6 mmol/L en promedio.

A pesar de las condiciones de exposición al humo, las mujeres examinadas no tienen niveles demasiado altos de MDA, aunque existe una diferencia, no es significativa. “Pensamos que existe un factor de protección al estrés oxidativo en estas mujeres; puede ser su alimentación, ellas consumen varios alimentos ricos en antioxidantes, como pescado y legumbres, y también pensamos que puede ser una protección genética, como una adaptación genética a la hipoxia hipobárica”, dice Melgarejo. La tercera hipótesis es que sus defensas hubieran sido anuladas, y su organismo estaría indefenso para las agresiones externas. En todo caso se trata de hipótesis que marcan más problemas para estudios futuros.

Melgarejo explicó que las mujeres más jóvenes y las de mayor edad tienen menos niveles de estrés oxidativo, mientras que las mujeres en edad productiva, de 35 a 45 años de edad, están en el grupo de mayor riesgo a tener enfermedades cardiopulmonares.

“Hemos encontrado un porcentaje elevado de enfermedades respiratorias y cardiacas crónicas invalidantes, entre las respiratorias podríamos decir que hay una prevalencia elevada de asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, como la bronquitis crónica…, y enfermedades cardiacas. Hemos aplicado tres pruebas clínicas, la espirometría, el electrocardiograma y la ecocardiografía”, explica Melgarejo.

Además de las doctoras Ingrid Melgarejo y Elfride Balanza, participaron en el equipo de investigación la bioquímica Pilar Suzaño, la médico Lizeth Torrez, el cardiólogo Jesús Gómez, personal de laboratorio del IBBA y el enfermero de Sirapaca Tito Etmo Mendoza. El estudio titula “Alteraciones espirométricas en mujeres nativas y residentes de gran altura (3.800 msnm) expuestas a humo de leña y su relación con el estrés oxidativo”.// PIEB (BO)

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