Antiinflamatorios naturales

Muchos productos de la naturaleza poseen maravillosos efectos desinflamantes sin causar efectos secundarios. Permiten curar afecciones urinarias, articulares, respiratorias y digestivas.

12 opciones para sentirte mejor

 La inflamación no es necesariamente alarmante, ya que es una parte importante del proceso de curación. Es un signo que el cuerpo está trabajando en la reparación de sus tejidos y que se cura por sí mismo. Sin embargo, se debe evitar una inflamación grave porque puede prolongar el tratamiento curativo y aumenta la incomodidad. El secreto reside en prevenirla antes de que se vuelva excesiva.

pino

Sus hojas punzantes y dispuestas en pares son las que poseen virtudes terapéuticas, ya que conducen la secreción de hormonas antiinflamatorias como ser la cortisona. Recomendada para las afecciones respiratorias como la sinusitis, bronquitis y asma. Consúmela como infusión 3 veces al día. Prepárala colocando las hojas en 1 litro de agua hervida y deja reposar durante 10 minutos.

laurel

Reconocida por sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas, antiinfecciosas y antiespasmódicas. También utilizada para las afecciones digestivas, cutáneas y bucodentales. La puedes consumir en caso de artritis, gota y ciática. Mezcla 2 gotas de este aceite esencial con una cuchara de miel e ingiérelo. Además, puedes masajear la zona afectada, diluyendo el aceite de laurel con otro.

Medicina naturalpropóleo

Es un antiinflamatorio, anestésico, antimicrobiano y cicatrizante. Indicado para afecciones como la rinitis, sinusitis, otitis, gingivitis, aftas, cistitis y próstata. En caso externo para forúnculos, eczemas, heridas y urticaria. Puedes consumirlo por vía oral mascando 1 gramo 3 veces por día o aplicarlo como crema en la superficie a tratar entre 3 a 4 veces diariamente.

albahaca

Permite frenar la actividad de los mediadores de la inflamación. Excelente remedio natural en caso de gastritis, quemaduras, colitis y neuritis. Consúmela para aliviar las afecciones de las vías urinarias y de las articulaciones. Prepara una infusión con hojas frescas de albahaca y deja reposar durante 10 minutos en una taza de agua hervida.

lavanda

Consume el aceite esencial de esta planta antiinflamatoria por vía oral, diluyendo 3 gotas en una cuchara de miel o aplícalo directamente sobre la zona afectada, masajeando para que penetre en los tejidos. Es recomendada para los problemas cutáneos, respiratorios y digestivos. Asimismo, lo puedes consumir en caso de dolores musculares, articulares, cistitis y otitis.

manzanilla

Sus flores permiten luchar contra las inflamaciones del tubo digestivo como la gastritis y úlceras de estómago. Su infusión es ideal en estos casos y para aliviar los dolores dentales y la neuritis. Bebe 3 a 5 tazas por día. Para las afecciones cutáneas y oftalmológicas, prepara una infusión para aplicarla sobre la zona afectada. Si prefieres, opta por el consumo de su aceite esencial.

eucalipto

Sus hojas le confieren virtudes antiinflamatorias y analgésicas. Indicado para dolores articulatorios, de los nervios y musculares. Además en afecciones cutáneas y de los vasos sanguíneos como hemorroides y flebitis. Su posología consiste en mezclar 4 gotas de su aceite esencial en miel. Por vía cutánea, puedes mezclar 10 gotas con otro aceite y masajear sobre la región afectada.

sauce

Este árbol es rico en salicina, sustancia que reduce la sensación de dolor y que posee propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Hierve su corteza en 1 litro de agua durante 5 minutos y consume 2 o 3 tazas a diario después de haber dejado reposar la preparación. También puedes optar por comprimidos, los cuales se venden en las tiendas de medicina natural.

omega 3

Consiste en un antiinflamatorio natural, recomendado en casos de inflamaciones crónicas. Nuestro cuerpo no lo produce, por lo tanto, se debe ingerir a través de los alimentos. Podrás encontrarlo en pescados, nueces y soja. Para mayor efecto, consúmelos acompañados por proteínas, arroz, papas o fideos, y también frutas o verduras a voluntad.

aloe vera

Planta que estimula las defensas inmunitarias, cicatriza y actúa como antibiótico y antiinflamatorio. Favorece la eliminación de toxinas, alivia los calambres y males gástricos. El aloe vera no presenta ninguna toxicidad o contraindicación con otros medicamentos. Se puede utilizar para aliviar diferentes afecciones inflamatorias como la artritis o picaduras de insectos.

pomelo

Los bioflavonoides contenidos en esta fruta son sustancias muy eficaces para luchar contra la inflamación. Reducen la liberación de químicos asociados a la inflamación, estabilizan las membranas celulares y disminuyen la contracción de los músculos lisos. La vitamina C encontrada de manera abundante en esta fruta acelera la curación del colágeno y de los tejidos conjuntivos.

papaya

Sus enzimas proteolíticos consisten en sustancias antiinflamatorias. Rompen las relaciones que unen las proteínas y previenen los daños causados por el proceso inflamatorio. Tiene como resultado que se acelera la curación, ya que aumenta la velocidad de regeneración de los tejidos lesionados. Para mayor efecto, consume la papaya en estómago vacío.

Detiene el proceso de inflamación a través de las plantas

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F. Andres Sabat

Editor Salud

El cuerpo humano se compone de millones de células, cada una con su propia función. Generalmente, éstas no toleran a células extrañas que penetran en el organismo. Por eso, las que se encuentran en los alimentos que consumimos son descompuestas en pequeñas partículas, las cuales se integran a nuestros tejidos. Sin embargo, una parte de estas células no son destruidas como los microbios, bacterias y parásitos. Entre éstos, algunos se incorporan perfectamente al funcionamiento armonioso de nuestro cuerpo, mientras que otros representan una amenaza. Para deshacerse de estos últimos, el organismo reacciona con una intensidad variable según el peligro que representan con el fin de neutralizarlos y eliminarlos. Dos reacciones pueden aparecer. En primer lugar, la respuesta es inmunitaria y los glóbulos blancos participan en la destrucción sin que nos demos cuenta. La segunda consiste en una inflamación.

Existen dos tipos de antiinflamatorios generados por el cuerpo. Cuando una célula se siente atacada, libera una sustancia llamada prostaglandina, la cual provoca la reacción de defensa del cuerpo y atenúa la acción inflamatoria. Sin embargo, su producción es regulada por la alimentación. Si ésta es insuficiente, se debe recurrir a remedios antiinflamatorios. Para eso, es recomendado privilegiar los naturales con el fin de evitar los efectos secundarios nocivos para la salud.

Desde siempre, los seres humanos utilizan antiinflamatorios que provienen de las plantas. Algunas poseen sustancias que bloquean o frenan la actividad de los mediadores de la inflamación. Es el caso del sauce, albahaca, laurel, manzanilla, lavanda y eucalipto. Otras como el pino tienen virtudes hormonales y antimicrobianas, las cuales son excelentes para aliviar las vías respiratorias, próstata y gastroenteritis. Ciertos árboles como el roble tienen propiedades antihistamínicas que disminuyen la tasa de histamina en la sangre y desinflaman. Éstos son aconsejados para paliar el asma y las inflamaciones alérgicas. También se recomienda el frío por sus efectos anestésicos, el cual disminuye la sensibilidad nerviosa y tiene una acción analgésica que corta el dolor. Sin embargo, no es conveniente utilizarlo para las inflamaciones de la nariz, pulmones, riñones, vejiga, estómago e intestinos.

La naturaleza ofrece un abanico de métodos y opciones para curarse sin daños y sentirse bien de forma permanente.// Opinión (BO)

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