Estudio: El 33% de los hogares cochabambinos tiene algún familiar viviendo en el exterior

El 33 por ciento (%) de los hogares cochabambinos tiene algún familiar viviendo en el exterior. Este proceso migratorio viene acompañado por preferencias hacia el país de destino, según la condición socio-económica de las familias migrantes, revela un estudio del Centro de Planificación y Gestión de la Universidad Mayor de San Simón (CEPLAG-UMSS).

El estudio “Procesos migratorios nacionales e internacionales. Nuevas dinámicas en la migración cochabambina. Trayectorias, reconfiguraciones familiares y trasnacionalismo”, fue presentado por la investigadora y coordinadora del trabajo, Carmen Ledo, durante la primera Jornada de Discusión de la Red Universitaria de Estudios sobre Migraciones Trasnacionales Bolivianas, organizada por el Postgrado de Ciencias del Desarrollo de la Universidad Mayor de San Andrés (CIDES-UMSA).

“Hemos visitado casi 40.000 hogares buscando migrantes y hemos encontrado que 15.000 familias tenían alguien en el exterior y era parte del hogar que se quedó en el lugar de origen; es decir, un tercio de los migrantes cochabambinos tiene alguien en el exterior, pero más fuerte es el peso de la gente más pobre porque casi la mitad de los migrantes de la periferia sur tiene alguien en el exterior”, señaló la economista a un grupo destacado de investigadores bolivianos y argentinos.

La gente de CochabambaEl estudio buscó estimar la magnitud y el impacto de las migraciones internas e internacionales en la vida económica, social y cultural de las familias residentes en la ciudad de Cochabamba, con el propósito de orientar políticas públicas en Bolivia y, por qué no, en los países de destino de la migración.

De acuerdo a los datos estadísticos por región ecológica de nacimiento de los migrantes que se establecieron en la ciudad de Cochabamba al año 2009, se determinó una predominancia de migrantes del altiplano, llegando a 186.677 habitantes, seguido de los valles con 124.558 personas, y los llanos con 23.078 habitantes.

Actualmente dijo que el peso altiplánico en Cochabamba alcanza a 200 mil migrantes “quienes empezaron en los 70 en el extremo norte, y luego han ido bordeando la periferia, y ahora están en los mercados, son propietarios de los grandes negocios de la cancha. En cambio, los migrantes múltiples que vienen del oriente se van con más fuerza a los barrios residenciales”.

El estudio mostró que los pobladores de la periferie sur, de menores ingresos económicos, prefieren como país destino a Argentina y/o Brasil, mientras que los hogares migrantes que viven en la zona residencial o central prefieren migrar hacia Estados Unidos y España.

“Los movimientos migratorios reproducen la correspondencia entre espacio social, físico y socio-económico, además del grado de satisfacción de la calidad de vida, aspecto que permite identificar el dónde se deben realizar las acciones”, explicó.

Ledo dijo que la combinación de información permitió elaborar una importante base de datos articulada con mapas catastrales e indicadores del último censo de hogares.

Nichos laborales

El estudio del CEPLAG también revela que los nichos laborales ha determinado en gran manera las tendencias migratorias, tanto por género como por condición económica-social. “Es interesante ver cómo de los barrios residenciales se han ido a Estados Unidos y de la periferia a Argentina y Brasil”, dijo.

De ese modo se dio una correlación muy alta entre migración femenina a los nichos de mercado de España e Italia, donde las mujeres bolivianas son ocupadas principalmente para servicios a hogares.

En cambio, los hombres se ven más tentados a migrar hacia Argentina y Brasil, donde son ocupados en la construcción y trabajos manuales (textiles), aunque la migración hacia el primer destino se da de manera familiar.

“La condición de clase no se pierde con la migración, los que se han salido de los barrios residenciales se van direccionando hacia esos intereses, los que eran jefes mantienen su condición de directivos, mientras que los que han salido de los barrios pobres se vuelven asalariados o cuentapropistas”, señaló.

En cuanto a las remesas explicó que estas también se diferencian, pues mientras las familias pobres acostumbran enviar mensualmente dinero a sus familiares en el país, los migrantes de clase media envían remesas con valor sociales; es decir, lo traducen también en regalos.// PIEB

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