Estudio: Nacer o vivir en un lugar determina el acceso a condiciones de vida

“No da lo mismo nacer o vivir en cualquier lugar”, dice un informe sobre Pobreza y desigualdad en América Latina, y los indicadores municipales en Bolivia confirman esa premisa. En el país los municipios con escasa densidad poblacional, presencia de pueblos indígenas y menos urbanizados tienen más pobreza respecto del resto del país.

“En América Latina no da lo mismo nacer o vivir en cualquier lugar. El lugar de residencia
determina la condición socioeconómica y las posibilidades de acceso a bienes que garanticen el bienestar”, dice una síntesis del documento “Pobreza y desigualdad – Informe latinoamericano 2011”.

El estudio fue desarrollado bajo la dirección de Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, y para el caso de Bolivia se tomaron en cuenta los datos del Censo 2001 y de las encuestas de población y vivienda de los años posteriores.

En cuanto a mortalidad infantil, por ejemplo, en el municipio de Caripuyo (Norte Potosí) se registran 170 muertes por cada mil nacidos, frente a Tarija o Magdalena (Beni) donde la tasa era de 38, es decir cuatro veces menor.

Los índices de malnutrición infantil muestran que el promedio simple municipal de Bolivia es de 1,39% (2009), pero en el municipio de Tarabuco, en Chuquisaca, llega a 17,8%. “Los municipios con mayores tasas de mortalidad infantil tienen una población menos numerosa”, dice la evaluación del Informe, que además menciona “el factor etnicidad” puesto que “los municipios con brechas negativas tienen un alto porcentaje de población perteneciente a pueblos originarios o afro-descendientes”.

En la educación, en 2001 la tasa de analfabetismo promedio simple municipal en la población de 15 años o más era de 20,7%. Las diferencias territoriales también afloran en este caso, mientras en Presto (Chuquisaca) el analfabetismo era de 59,4%, en Llica (Potosí) y Copipasa (Oruro) era de solo 3,2%.

Pobreza en Bolivia“En este caso se observa que los municipios más rezagados tienen una mayor relación de dependencia de adultos mayores –dice el Informe–, respecto de los municipios más aventajados. Es decir, tienen en promedio una mayor proporción de mayores de 65 años. Asimismo, los municipios más rezagados tienen una mayor proporción de población perteneciente a pueblos originarios o afro-descendiente, una menor densidad poblacional y un mucho menor grado de urbanización”.

Mientras en Alalay (Cochabamba) la tasa neta de matrícula en el primer nivel de enseñanza es de sólo 10,1%, en El Alto es de 99,8%, sobre la base de datos del 2008. En Tinguipaya (Potosí) la matrícula en el segundo nivel de enseñanza, es decir para menores de 14 a 18 años, es de 3,7%, pero otro conjunto de municipios tiene tasas mayores al 100% que se explica por las personas matriculadas mayores a 18 años.

La población que vive en municipios rezagados representa el 4% de la población total de país, también se verifica en el informe que los municipios más rezagados en términos de matrícula primaria tienen un menor grado de urbanización y una menor densidad poblacional.

El patrón se repite si se atiende a los indicadores de la dimensión de dinamismo económico y empleo, ingresos y pobreza, seguridad ciudadana y género. La desigualdad territorial también se puede constatar en el nivel de América Latina.

El Informe Latinoamericano sobre Pobreza y Desigualdad 2011 plantea que “las desigualdades territoriales, especialmente cuando son de la magnitud que se observa en América Latina, son un problema y un obstáculo al desarrollo. Comprender y enfrentar las brechas territoriales no solo es bueno para las zonas rezagadas, sino también para el conjunto de los países de la región”.// PIEB

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