Afrodescendientes: Estudio revela riesgo de inseguridad alimentaria

Bolivia InformaEl estudio "Evaluación de la Seguridad Alimentaria de los Pueblos Afrodescendientes en las Comunidades de Los Yungas de La Paz", elaborado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, sostiene que el bajo nivel educativo, las precarias condiciones de vivienda y de servicios básicos, junto a la baja remuneración de ingresos, conduce a esta población, continuamente a un mayor riesgo de inseguridad alimentaria.

La investigación realizada el año 2010, en los municipios de: Caranavi, Coroico, Coripata, Irupana, Chulumani y Yanacachi, cubrió a 413 familias afrobolivianas, que según el estudio, representan a más del 90 por ciento de esta población.

“El estado nutricional es el resultado de varios factores como el empleo, generación de ingresos, bajos niveles de acceso y disponibilidad de alimentos, tenencia de tierras, la educación de los padres, prácticas de higiene, sobre todo en la preparación de alimentos y la exposición a riesgos”, señala el documento.

Principales hallazgos
Entre los principales hallazgos de la investigación se establece que la estructura de los hogares afrodescendientes es de 3,6 miembros por familia, inferior a la media nacional que llega a 4. A pesar de ello, en su mayoría sufren hacinamiento (tres personas o más por habitación en el 53,8% de los hogares). Más de la mitad habitan viviendas precarias, por el tipo de material utilizado.

El promedio de estudios de los jefes o jefas de hogar es relativamente bajo, pues llega a sólo 5.8 años de escolaridad. “Existe una asociación directa entre el grado de escolaridad de las madres y las categorías mínimas de higiene, cuyo grado de correlación alcanza a 77.5%”, señala el informe.

La carencia de agua potable hace que estos grupos estén altamente expuestos a enfermedades infeccionas y diarreicas agudas.

De la indagación se concluye que la población estudiada presenta una baja diversidad de alimentos. Alrededor del 30% de los hogares no cubre el mínimo de energía requerida para un funcionamiento normal del organismo, y de este porcentaje, alrededor del 12% presenta una situación crítica de bajo consumo de alimentos.

Entre los micronutrientes con más alto déficit evidenciados en la alimentación del grupo estudiado, se encuentran el hierro, el calcio y la vitamina A.

El estudio refleja que alrededor del 44% de niños y niñas menores de dos años ya tienen problemas nutricionales porque iniciaron su alimentación complementaria – al margen de la leche materna- antes o después del periodo establecido (seis meses), con los problema de salud consecuentes.

Alrededor del 15% de los niños y niñas menores de cinco años, presentan talla baja -que si bien es inferior a la media nacional de la parte rural más pobre del país- significa un problema, según el PMA.

Del total de niños y niñas en edad escolar, sólo el 20% se beneficia con el desayuno escolar, como parte de las políticas públicas de nutrición.

Casi la totalidad de los entrevistados afirmaron tener la propiedad de la tierra que trabaja. En términos de superficie, esos hogares cuentan con un promedio de extensión de 1,7 hectáreas, de las cuales el 57,9% está cultivada.

Vitoria Ginja, representante del PMA en Bolivia señala que el estudio era necesario, porque a pesar de su particular contexto, “la población afroboliviana está prácticamente invisibilizada o incluida en otros grupos de población que no reflejan necesariamente su realidad”.

“Confiamos en que el estudio orientará las políticas públicas para lograr su eficaz inclusión en el desarrollo”, manifiesta. // PIEB

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