Bolivia: La quiebra del BBA derivó en la prohibición de los offshore

El liquidado Banco Boliviano Americano (BBA) fue el único en Bolivia que contó en los años 90 con una sociedad offshore, el BBA Internacional Banking Corporation (BBA-I),  en las Islas  Caimán. Tras la quiebra  de la entidad matriz en 1995, el BBA, se prohibió este tipo de entidades en el país.  

En esa década   no había los mecanismos regulatorios del sistema financiero  que rigen hoy. 

Las operaciones en Bolivia del BBA-I, la sociedad  offshore del BBA en su momento  fueron autorizadas, pero le prohibieron  captar depósitos del público. Sin embargo, esa restricción nunca fue cumplida, revelan los archivos periodísticos de la época y documentos de la ex Superintendencia de Bancos.

El BBA tenía cartera vinculada -créditos otorgados a sus accionistas-y  no pudo devolver los depósitos del público, lo  que causó la desconfianza de la población en uno de los bancos más importantes del país, controlado por el grupo de Chichi Siles.  

Economía en Bolivia"En el  BBA abrían cuentas en paraísos fiscales y las manejaban desde acá sin que pase por el control gubernamental. No era dinero que se declaraba a la entonces Superintendencia de Bancos. Se transfería a un banco del exterior (BBA-I) y no tenía por qué reportar nada en Bolivia”, rememoró el analista económico Alberto Bonadona.

Para el expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Juan Antonio Morales, el objetivo no era eludir impuestos, sino el encaje legal; es decir, el depósito obligatorio de un porcentaje del dinero recibido del público, como garantía, en el BCB.

"El encaje es dinero de propiedad de los bancos, pero debe ser depositado en el BCB. El BBA  sacaba el dinero del país  para escapar a la reglamentación del encaje. Con la legislación de 1995, la ley del BCB y las reformas a la ley de bancos todo eso desapareció. Los bancos bolivianos ya no tienen más offshore”, explicó.

La regulación vigente

La  directora  de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), Ivette Espinoza, dijo que sobre las entidades financieras del país pesa la prohibición de crear  offshores en  paraísos fiscales.

Las entidades que sean sorprendidas con  offshores serán sancionadas conforme a ley, dijo.  

"Según la ley y la normativa, las entidades financieras están prohibidas de trabajar con bancos offshore”, remarcó.

En la filtración de 11,5 millones de documentos de los Papeles de Panamá, de la firma de abogados panameños Mossack Fonseca, especializada en crear sociedades en paraísos fiscales, se reportó que figura Bolivia con 95 empresas, 18 clientes, ocho beneficiarios y 35 accionistas. 

Espinoza dijo que a la ASFI "no le corresponde” ser parte de la investigación de los offshore en Bolivia.  

La ministra de Transparencia y exdirectora de la ASFI, Lenny Valdivia, dijo que en Bolivia la ley es "rigurosa” porque verifica el origen del dinero que ingresa al sistema financiero. 

Sin embargo, hizo notar  que "en otros países se generan condiciones más flexibles cuando tienen legislaciones que permiten que se pueda realizar este tipo de operaciones (...) ilícitas , en este caso en Panamá”, aseguró la autoridad de lucha contra la corrupción.

Los problemas que causaron la quiebra del BBA

En 1995, el Banco Boliviano Americano  empezó a mostrar señales de debilidad. El deterioro tenía origen en las deficiencias de su organización, en capitalizaciones ficticias y la baja calidad de sus activos.

La supervisión todavía era insuficiente y evidentemente tardía, según un artículo del economista Javier Comboni en  una revista de análisis del BCB publicada en 1998.

En 1994, el BBA registró pérdidas operativas importantes que no se reflejaron en sus resultados anuales, por la compensación de aquellas con resultados de gestiones anteriores.

En agosto de 1995, se dio la quiebra del Banco Boliviano Americano Internacional Banking Corporation (BBA-I), el banco offshore del BBA. Esto ocasionó una fuerte corrida de depósitos y  acrecentó las dificultades en la calidad de sus activos, principalmente de la cartera, lo que puso en riesgo la solvencia del banco.

Estos problemas obligaron al Gobierno a presionar a los socios del BBA para que reestructuraran el capital y transfirieran el control del banco a nuevos accionistas; se pidió que buscaran instrumentos para el fortalecimiento patrimonial del banco. 

Para mantener la estabilidad del sistema, el BCB tuvo que intervenir; concedió al BBA créditos de liquidez que luego se convirtieron en un apoyo estructural y en deuda subordinada que facilitaron el cambio propietario del banco. Estas medidas, sin embargo, sólo permitieron un cierre ordenado de la entidad.

Todo es legal si se declaran las cuentas en el país de origen

Expertos internacionales explican  que es legal que tanto las empresas como las personas  tengan cuentas en los paraísos fiscales,  pero hacen notar que si estos fondos no son declarados en su país de origen se convierten en ilegales.

"Es perfectamente legal que una persona posea una empresa en el extranjero que simplemente mantiene cuentas bancarias o un fideicomiso extranjero con cuentas, acciones”, declaró el socio director del estudio de abogados Wood LLP, especialista en fiscalidad, Robert W. Wood, según un análisis  de la BBC Mundo.

El contador público tributarista, socio del estudio Lisicki&Litvin, en Buenos Aires, Daniel Lejtman, coincide con Wood. "No hay nada de ilegal en abrir una cuenta en el extranjero”, dijo.  Lo mismo señalaron especialistas de países como Argentina, España o México.

Sin embargo, Wood advirtió que "lo que es ilegal es tener cualquiera de estos dos tipos de cuentas o empresas sin informar a las autoridades”. 

Lejtman agregó que  "lo ilegal es que una persona no declare esos fondos o los resultados que generan esas sociedades  en sus países residentes”.

El profesor de Derecho Económico y Comercial de la Universidad Católica de Chile, Wildo Moya, también declaró a la BBC que "en todos los países es ilegal que un contribuyente no declare ingresos en países como Chile, EEUU, España y Alemania”.

Añadió que si no se declaran las cuentas o los ingresos de las offshore se cometen delitos que se castigan con prisión.// Página Siete

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