“Lo que Dios une, que no lo separe el hombre” es la frase que
queda atrás cada año para 30 parejas, en promedio, que obtienen la certificación
de nulidad del matrimonio religioso. La impotencia sexual y disparidad de culto
son algunas causas aceptadas por la Iglesia.
Sara recibió sorpresivamente una citación del Tribunal
Eclesiástico de Cochabamba en la casa de sus padres. En la nota se le explicaba
que su exesposo, de quien se divorció por lo civil hace poco, pidió la nulidad
de la unión religiosa. El Tribunal requería de su presencia para aceptar o
rechazar el proceso.
Esa acción es parte del procedimiento para lograr la nulidad
del matrimonio canónico, en el caso de que el causal sea válido para los ojos de
la Iglesia Católica.
“La unión religiosa puede ser declarada nula si se
comprueban vicios de consentimiento, es decir, cuando a uno de los cónyuges le
falta juicio o saber de obligaciones y derechos esenciales en el matrimonio. Hay
causas aceptables”, dijo el padre Miguel Manzanera, presidente del Tribunal
Eclesiástico de Segunda Instancia, encargado de ratificar o rechazar las
solicitudes de nulidad.
Detalló que la Iglesia emite un promedio de 30 sentencias de
nulidad de matrimonio religioso en el país, cada año. En 2014, por ejemplo, se
autorizaron 22 disoluciones: diez en La Paz, ocho en Cochabamba, dos en Santa
Cruz y dos en Sucre (Chuquisaca).
“Hubo un año en el que incluso se dio 40 sentencias. El proceso es poco conocido y lo solicitan usualmente mujeres y varones muy ligados a la Iglesia porque pretenden recuperar el ejercicio de algunos sacramentos prohibidos a quienes se divorcian, como la confesión y la comunión. Pocos lo hacen para casarse otra vez”, indicó Manzanera.
Según datos de la Coordinadora de la Mujer, basados en
información del Servicio de Registro Cívico (Sereci), en Bolivia se registran a diario 16 divorcios por lo civil. La
Paz y Santa Cruz concentran los mayores registros.
El procedimiento para la nulidad del matrimonio religioso
comienza cuando uno de los cónyuges acude al párroco de su iglesia para recibir
orientación sobre los pasos a seguir, previa reflexión. Él los deriva al
Tribunal de Primera Instancia, donde se pide la solicitud por escrito, los
certificados de nacimiento, de matrimonio y de divorcio civil (si existiera),
además de las causas específicas.
Los jueces eclesiásticos se reúnen para analizar si el caso
responde a las condiciones del Derecho Canónico, y si hay visto bueno, convocan
a ambas partes para escuchar sus versiones, más tres testigos del o la
demandante, quienes deben corroborar la solicitud.
Se recomienda la separación temporal a la pareja, pero en casos
extremos, cuando no es posible la convivencia, se da la opción al proceso de
declaración de nulidad.
El Tribunal de Primera Instancia tiene hasta un año para
deliberar y derivar su decisión al Tribunal de Segunda Instancia, que debe
emitir la sentencia en un plazo de cuatro meses. Es decir, que el proceso puede
demorar hasta 16 meses. Todo el trámite tiene un costo de Bs 2.000.
“La Iglesia hace excepciones, es comprensiva y se da cuenta de que hay muchos matrimonios religiosos que fracasan, que no tienen razón de ser. Las personas que obtienen la nulidad ya pueden confesarse, comulgar, ser padrinos de bautizo, de comunión, de confirmación”, dijo Manzanera.
Respecto a las causas, la Iglesia Católica de Bolivia reconoce
al menos 13 causales, entre ellas la homosexualidad, infidelidad e impotencia
sexual. (Ver infografía). “El proceso tiene secreto de confidencialidad”, agregó
el religioso.
Demanda, opciones y más causas
Carácter
La prensa del Vaticano publicó el 26 de este mes que los enojos
son una de las causas más recurrentes para que se destruya la relación de
pareja.
Sentencia
En el caso de que los jueces eclesiásticos de Bolivia rechacen
la solicitud, la parte interesada puede apelar y llegar hasta el Vaticano.
Petición
La Conferencia Episcopal Boliviana señala que hay 2.500
solicitudes de nulidad para ser atendidas.
4 de cada 10 se casan por la Iglesia
Gustavo Mejía, responsable de la Pastoral Familiar de la
Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), informó que según un estudio de 2014
sobre prácticas matrimoniales y divorcios en Bolivia, el 42% de las uniones de
parejas son por lo religioso, es decir, cuatro de cada diez se casan por la
Iglesia Católica.
“Esta cifra es alta, pero a pesar de este interés religioso sabemos extraoficialmente que la Iglesia tiene unas 2.500 solicitudes de anulación acumuladas”, expresó Mejía.
Agregó que por esa razón, la Pastoral acompañará a las familias
en las obligaciones y deberes, como padres de familia para con sus hijos, al
margen de las disoluciones del matrimonio.
De acuerdo con el Censo de 2001, el 57% de la población
boliviana se declaró católica.
Para el presidente del Tribunal Eclesiástico de Segunda
Instancia, padre Miguel Manzanera, una de las razones para que las uniones
fracasen es la edad e inmadurez.
“En la actualidad los jóvenes se casan porque sienten atracción
sexual, cuando parte de los requisitos es conocer el carácter, el modo de ser y
de vivir del otro. Pero también hay casos de violencia”, dijo.// La
Razón.com
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