Sueño frecuente, bajo rendimiento escolar y ojos rojos pueden ser signos de mal de altura

Si su hijo adolescente padece de sueño permanente, bajo rendimiento en clases y ojos rojos pueden ser síntomas de una patología vinculada al hecho de vivir en una altura que oscila entre los 3.200 a 4.200 metros sobre el nivel del mar, situación de las ciudades de La Paz y El Alto, dice la docente e investigadora Mercedes Villena, del Instituto Boliviano de Biología de la Altura (IBBA).

Millones de personas en el mundo viven a alturas por encima de los 2.500 metros sobre el nivel del mar, pero específicamente entre las ciudades de La Paz y El Alto existe una alta movilidad de personas que circulan diariamente entre una y otra urbe por motivos laborales; eso implica que esta población está sometida a cambios de presión barométrica permanentes.

Muchas personas no logran adaptar su organismo a esas condiciones de altura, especialmente los jóvenes varones en plena edad productiva o de formación. Por ahora no se conoce las causas por las que este porcentaje de población (10%) no se acomoda fisiológicamente para vivir normalmente en la altura. La doctora explica que se trata de un aumento de glóbulos rojos (poliglobulia) que inicialmente se presenta en jóvenes sin signos ni síntomas directos; los hallazgos casi siempre son casuales y relacionados a la preocupación de los padres al observar en sus hijos una disminución en el rendimiento escolar, mucho sueño y ojos rojos. Las mujeres no son susceptibles de padecer esta patología, sino sólo después de haber atravesado la menopausia.

A esto se suman factores de riesgo como el sobrepeso o falta de ejercicio que contribuyen a acelerar las complicaciones en los organismos de los jóvenes, es decir que a la larga puede complicar el funcionamiento del corazón y los pulmones. El padecimiento tiene consecuencias sociales porque los jóvenes no pueden trabajar ni estudiar debido a que tienen demasiado sueño por falta de oxígeno.

Salud en BoliviaVillena dice que el ambiente de altura tiene características especiales, y la principal es que cuanto más alto radica una persona, la presión barométrica disminuye y también disminuye la presión de oxígeno inspirado. “El aire es igual en Arica que está a nivel del mar o en la punta del Monte Everest, tiene la misma composición, pero lo que varía es la presión. Es igual que un caño de agua delgado y otro grueso, en el caño delgado el agua sale con menor presión. Los habitantes de altura vamos a respirar un aire con menor presión de oxígeno, y eso influye sobre todo en nuestro organismo que se acomoda a las condiciones en las que vive, en las que se procrea, crece y se desarrolla”, dice la especialista.

La población de las ciudades de La Paz y El Alto desconoce esta patología, y por eso el IBBA está desarrollando una estrategia comunicacional en los macrodistritos de la ciudad para informar a diferentes grupos poblacionales sobre este tema a fin de poder identificar de manera temprana esta patología en las personas. Mercedes Villena lamentó que se haga poco a nivel de las autoridades ante este problema de salud pública que inclusive mereció, en 2002, una resolución de la Reunión de Ministros de Salud Pública declarando a la hipertensión arterial y la eritrositosis excesiva (poliglobulia) como un problema prioritario de salud pública en la región.

“Cuando encontramos un aumento de glóbulos rojos en las personas, los pacientes pasan por una valoración clínica, funcional, respiratoria, hematológica, etc., porque tenemos que ver si no hay otra patología previa”, dice Villena. Si la enfermedad aparece vinculada a otra enfermedad, se puede tratar con tratamiento médico, pero si es consecuencia de la altura, no es posible una intervención.// PIEB (BO)

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