La Paz: Un diagnóstico señala cinco componentes para gestionar el agua en la región metropolitana

Un diagnóstico realizado por técnicos de la Red Habitat identifica cinco componentes para lograr una "gestión integral del agua" en la región metropolitana de La Paz, que implica a varios municipios. El cuidado de las fuentes de abastecimiento y suministro, el uso y consumo, el tratamiento de aguas residuales y la contaminación de ríos, la identificación de riesgos y la prevención de conflictos sociales son los cinco elementos a tomar en cuenta en este proceso.

"El agua está siendo afectada por efectos del cambio climático, pero no sólo debemos fijarnos en la fuente de nacimiento, sino qué pasa al atravesar un núcleo urbano y luego cómo se desecha este elemento, para que todos nosotros podamos tomar medidas en cuanto a la gestión integral del agua", comentó el arquitecto y director ejecutivo de la Red Habitat, David Quezada, al momento de explicar este ciclo en la región metropolitana de La Paz, que comprende conceptualmente a esa ciudad, El Alto, Viacha y otros municipios aledaños.

Si la lluvia, el bombeo subterráneo y el deshielo de glaciares son la principal fuente de provisión para la población urbana y rural de La Paz y El Alto, esas fuentes de abastecimiento y suministro merecen inversión y planificación. Quezada explica que las represas han resultado insuficientes para el crecimiento de la población, y por ejemplo la Planta de Bombeo de Tilata, donde se extrae agua subterránea, fue diseñada para abastecer a medio millón de personas y El Alto ha superado con creces esa cantidad.

La urbanización merece inversiones para la provisión de agua, pero también se debe trabajar en el uso del líquido a nivel doméstico e institucional. Quezada puso énfasis en el hecho de que El Alto consume 65 litros por día por persona, mientras que en La Paz el consumo sube a 87 litros por día por persona, y en parte porque se utilizan artefactos ineficientes como los inodoros que proveen en promedio de 10 litros de agua potable por descarga y que pueden, mediante modelos de bajo consumo, hacerlo con 4,6 litros por descarga. A esto se suman pérdidas, fugas y filtraciones que no sólo están en la infraestructura casera y urbana, sino además en el uso interno de las instituciones públicas y en el propio sistema de distribución desde las plantas potabilizadoras.

Agua en BoliviaEl tercer componente, el tratamiento de aguas residuales, es otro elemento urgente debido a que ahora casi todos los desechos van directamente al río. La Paz carece de una planta de tratamiento, y la planta alteña de Puchucollo está a punto de colapsar, dice Quezada en su diagnóstico. La contaminación de suelos y aguas derivada de este problema, que llega incluso al Titicaca, puede provocar conflictos sociales con habitantes de las áreas rurales.

Los riesgos por el agua se manifiestan en sequías en el campo e inundaciones en las ciudades, donde el pavimento impide la filtración del agua de lluvia en el suelo y la basura cubre las bocas de tormenta del alcantarillado pluvial. Quezada explicó que esos cuatro elementos pueden derivar en un quinto que tiene que ver con los conflictos sociales, expresados en procesos de migración, con el abandono de comunidades por falta de agua para riego, o en protestas por la provisión del líquido de sectores urbanos no atendidos.

Si bien todavía la población no está atravesando un conflicto generalizado por la provisión de agua, es importante considerar que existen en este momento diversos problemas sociales por ese tema, como sucede con la provisión de agua de carros cisternas privados en algunos distritos de la ciudad de El Alto (7, 8 y 13) que develan una falta de acceso a un derecho humano.
"Es necesario promover la protección, control, uso y disposición final del agua, en busca de alcanzar el desarrollo sostenible, considerándola como un recursos finito y vulnerable, en consecuencia, un bien económico de consumo social", dijo Quezada.// PIEB (BO)

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