Las primeras vendedoras de la empanada estaban en la Garita.
La llaucha es una empanada irremplazable para los paceños, ya que es una tradición degustarla a media mañana. Algunas personas acostumbran a acompañarla con un caliente y aromático api.
El chef del Instituto Técnico Nueva Bolivia (INB), Miguel Poma, señaló que el origen de las llauchas se remonta a los años 60, cuando aparecieron las primeras vendedoras de la empanada humeante, por entonces, ubicadas en la zona Garita de Lima, donde cada día ofrecían la delicia desde las 05.30.
Poma destacó que el sabor de las empanadas gigantes, sin repulgue, jugosas y rellenas de queso, se ganó la preferencia y el gusto de los paceños. “Su sabor es único porque la cocción se realiza en el piso del horno, este procedimiento le da un sabor y un aroma único a esta masa que después se pinta con ají colorado”.
El chef resaltó que la llaucha es un patrimonio de los paceño al igual que la marraqueta.
“Un desayuno eminentemente paceño con llaucha o la marraqueta ya es tradición en La Paz”.
El origen de su nombre. La historiadora Elizabeth de Col indicó que, el nombre de la llaucha proviene de queso llauch'ita, en aymara es la acción de agarrar el queso y untarlo en la masa. Posteriormente, su nombre fue simplificado a llauch'ita y luego sólo a llaucha.
Según datos de cronistas, la fama de la empanada trascendió hasta la mesa del dibujante chileno Pepo, autor de Condorito.
“La llaucha es un patrimonio paceño. Su sabor y su forma hacen único a este producto que para muchos es infaltable en sus desayunos”. Miguel Poma / GASTRÓNOMO
El chef del INB, Miguel Poma, señaló que la llaucha, en los últimos tiempos, no sufrió considerables cambios, ya que la forma y el tamaño aún se mantienen. Sin embargo, el jigote (relleno) ahora se prepara de manera distinta.
“Hace años, las empanadas se elaboraban con ulupica, un locoto picante, también se ponía ají colorado y bastante queso, pero ahora se mezcla con harina o maicena y tiene poco queso”.
Asimismo, indicó que las empanadas se hacen con base a levadura, harina, manteca, agua, sal y azúcar.
“Hay que sobar la masa con bastante fuerza para que salga bien el producto. Se diferencia con otras empanadas porque ésta no tiene repulgue y es bien colorada”.
¡Cuidado!. Según explicó, para saborear la llaucha hay que tener cuidado, ya que una mala manipulación del producto podría ocasionar que el consumidor derrame el jugo o relleno que está preparado con queso y fécula de maíz. ”Es una especie de salsa de harina o maicena”.
Cada mañana, las vendedoras de llauchas, asentadas en las principales arterias paceñas ofrecen a diario las empanadas a los peatones. Son muchas, pero todas tienen demanda y son raras las que se quedan con algunas sin vender, a mitad de la mañana.
2 y 3,50 bolivianos cuesta una sabrosa llaucha, que es vendida en diferentes calles de la ciudad de La Paz.
La historiadora elizabeth de col señala que el origen de la llaucha puede ser una simbiosis de alguna receta traída por los españoles, ya que el queso proviene de ese país.
“Hace años atrás la llaucha se preparaba con ulupica, un locoto picante y tenía harto queso, ahora el relleno sólo consiste en queso y harina”. Miguel Poma / GASTRÓNOMO// La Prensa
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