Aumento salarial concentra las demandas en América Latina

El incremento del salario mínimo y su equiparación con el costo de vida concentró ayer las principales reivindicaciones de los trabajadores de América Latina, donde además se hizo un llamado a acabar con la informalidad y garantizar las prestaciones sociales, con motivo del Día Internacional del Trabajo.

En Santiago de Chile, cientos de personas participaron en la marcha convocada por la Central Unitaria de Trabajadores.

Los chilenos manifestaron su apoyo a las reformas que impulsa el Gobierno de Michelle Bachelet, pero advirtieron que no dejarán “la calle ni la presión” para que se hagan realidad.

Sin embargo, la manifestación se vio manchada por incidentes violentos aislados que dejaron 40 detenidos y 20 personas heridas, una de ellas de gravedad.

Día del trabajo en el mundoEn Perú, los sindicatos celebraron recorriendo las calles de Lima y exigiendo al Gobierno y al sector privado un aumento salarial y mejoras laborales.

¡Aumento de sueldo!, ¡Crecimiento sin aumento de sueldos no es crecimiento!, ¡No a los despidos!, fueron algunos de los lemas escritos en las pancartas y coreados por los trabajadores.

Sin embargo, la ministra de Trabajo de Perú, Ana Jara aseguró  ayer que el Gobierno de su país se ha propuesto reducir la informalidad laboral del 57  al 53 por ciento, al cierre de 2016.

Miles de colombianos respondieron este jueves al llamado de sindicatos y organizaciones sociales para marchar en conmemoración del Día del Trabajo, en una jornada que coincidió con el cuarto día de huelga de sectores agropecuarios.

La mayoría de las manifestaciones fueron pacíficas, pero en algunas regiones del país se presentaron desórdenes y hechos violentos que fueron controlados por la Policía.

En la céntrica plaza de Bolívar de Bogotá se reunieron, según medios locales, unas 20.000 personas que con banderas y pancartas expresaron su rechazo a los tratados de libre comercio y pidiendo mejoras en las condiciones de los trabajadores, en especial, de los campesinos que reclaman al Gobierno condiciones beneficiosas para producir.

En Venezuela, miles de simpatizantes chavistas marcharon por Caracas para agradecer al presidente Nicolás Maduro un aumento del salario mínimo otorgado el martes, mientras la oposición se concentró en otro sector de la capital para protestar por la crisis económica.

En el este de Caracas, feudo de la oposición, marcharon al son de pitos y cornetas unos 3.000 manifestantes, muchos envueltos en banderas venezolanas y portando pancartas con referencias sobre la inflación que roza el 60 por ciento anual (la más alta de Latinoamérica), la escasez de alimentos y la inseguridad.

EEUU, México y Rusia

“Salimos de México hace casi 15 años y nuestros hijos nacieron aquí, son americanos. Nosotros trabajamos todo el día, pero no tenemos los papeles. Tenemos miedo a que pase algo y nos separen”, confesaba asustada, ayer,  Rita.

Como ella y su esposo, varios miles de personas de origen latino salieron a las calles de Nueva York –pese a que en EEUU celebra su día del trabajador el primer lunes de septiembre– para reclamar al Gobierno de Barack Obama que cese las deportaciones “porque rompen familias que sólo se dedican a trabajar y a sacar adelante a los suyos”.

También en la capital mexicana miles de personas participaron en distintas manifestaciones como parte de las celebraciones del Primero de Mayo, con algunos disturbios dispersos protagonizados por jóvenes anarquistas.

La jornada se celebró con un acto en la residencia oficial de Los Pinos, encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto y al que asistieron representantes de organizaciones sindicales próximas al Gobierno y dirigentes empresariales.

En Rusia, donde según los sindicatos más de 2 millones de personas participaron en los desfiles, la jornada tuvo un tono totalmente distinto, marcado por la crisis en Ucrania y el pulso que sostiene el Gobierno de Vladimir Putin con su vecino y los países occidentales.

Más de 100.000 personas desfilaron en la Plaza Roja por primera vez desde 1991, un paso más en la recuperación de las celebraciones al estilo de la Unión Soviética.

“Estoy orgulloso de mi país” y “Putin tiene razón” eran algunos de los lemas en las pancartas de los manifestantes y los discursos ensalzaron la decisión del Gobierno de incorporar a Rusia la península de Crimea.

Europeos contra la austeridad

En España, que empieza a salir tímidamente del marasmo económico y sigue minada por un desempleo récord, miles de personas marcharon en unas 70 ciudades bajo el lema “sin empleo de calidad no hay recuperación”.

Los duros planes de austeridad estuvieron en el centro de las marchas europeas, por ejemplo en Grecia, donde decenas de miles de personas se manifestaron para recordar que la riqueza es “el fruto de los esfuerzos de los trabajadores”, y en Francia, donde los sindicatos manifestaron su desacuerdo con el plan de recortes de 50.000 millones de euros anunciado por el Primer Ministro.

En Italia, donde las autoridades prometieron devolver la confianza a la población que sale de más de dos años de recesión, estallaron enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes en Turín (noroeste).

La Policía turca impidió con un despliegue masivo, cañones de agua y gases lacrimógenos, la concentración por el Día Internacional de los Trabajadores prevista en la plaza Taksim de Estambul, declarada zona prohibida por las autoridades desde las masivas protestas de la oposición el año pasado.

Los choques entre los manifestantes y las fuerzas del orden se prolongaron durante horas con un saldo de 90 heridos, según el gobernador de Estambul, que anunció 143 detenciones.

POR MEJORAS

Marchas en Asia y en África

Las manifestaciones también atravesaron África y Asia con reclamos centrados en el salario y las condiciones de trabajo.

En Marruecos decenas de miles de personas salieron a las calles, en particular en Rabat y Casablanca, para pedir mejoras sociales al Gobierno del primer ministro islamista, a pesar de que había anunciado la víspera un aumento del salario mínimo.

Los sindicatos llamaron, en Camboya, a apoyar a los obreros textiles en huelga en dos zonas económicas especiales cerca de la frontera con Vietnam.

La mayoría de los trabajadores camboyanos de este sector, vital para la economía de ese país asiático y que da empleo a 650.000 personas, ganan menos de 100 dólares mensuales.

En el emirato de Catar, donde no se celebra oficialmente el 1 de mayo como Día del Trabajo, el Gobierno se declaró “comprometido moralmente” con los derechos laborales de los extranjeros, que de forma masiva han asumido la construcción de los estadios y edificios relacionados con el Mundial de 2022.// Los Tiempos (COM)

_

Publicar un comentario

0 Comentarios