La TV, el medio que más vulnera los derechos de los menores

Los canales de televisión son los medios que más vulneran los derechos de reserva y resguardo del niño, niña, adolescente, según la Agencia Nacional de Noticias por los Derechos de la Infancia (Anni).  En el marco de un taller sobre la violencia sexual comercial en Bolivia, la organización, que realiza permanentes monitoreos a los diversos medios de comunicación  en radio, televisión y prensa escrita, asegura que de diez medios de comunicación, al menos la mitad pasa por alto el artículo 10 del código Niño, Niña y Adolescente, no solo en este tipo de casos sino en diversas situaciones que tienen al niño como principal víctima de abusos.

La normativa señalada establece que "los medios de comunicación cuando publiquen o transmitan noticias que involucren a niños, niñas y adolescentes, no pueden identificarlos nominal ni gráficamente, ni brindar información que permita su identificación, salvo determinación fundamentada del Juez de la Niñez y Adolescencia, velando en todo caso, por el interés superior de los mismos.

De acuerdo a la normativa, el incumplimiento de esta disposición dará lugar a la acción legal correspondiente.

Sin embargo, la coordinadora de la institución, Julia Velasco, se atreve a señalar que "este derecho es obviado tanto por las víctimas como la sociedad, ante la falta de conocimiento e información de las leyes y normas que amparan al menor ante todo cuando son víctimas de cualquier tipo de abuso".

Televisión boliviana'No hay quien haga cumplir las normas'. Para el experto en lenguaje de la imagen, Max Tórrez, "desde que la televisión empezó a tener un tinte sensacionalista con la cobertura de hechos policiales y con el tratamiento de situaciones humanas extremas como la violencia física y sexual contra los niños ha sido una secuencia constante de transgresiones a las leyes vigentes que protegen a los niños y niñas"

Según manifiesta, el problema pasa por la responsabilidad informativa de las empresas de comunicación así como por la falta de coerción de parte de las instancias llamadas a preservar y velar por los derechos de los niños para hacer cumplir las leyes que los amparan.

Si bien el experto reconoce que hay ciertos avances en la protección de los menores que  son víctimas de algún tipo de abuso, como la colocación de franjas en los ojos o la difuminación del rostro (medida que pocos canales adoptan), no son suficiente para evitar que el niño sea reconocido por este tipo de dramas. "Finalmente se da a conocer los datos personales o hasta se procede a entrevistarlos,  lo que hace inevitable el reconocimiento del menor por su situación extrema, lo cual éticamente no es permitido" .

El comunicador también admite la falta de conocimiento que hay en la sociedad para hacer respetar sus derechos y la de los menores ante todo. En ese sentido, lamenta la actitud de muchos padres de familias" que se prestan al show mediático que surge en el afán de ganar audiencia".

Sugieren un compromiso del sector para respetar al menor

En ese sentido, sugiere la necesidad de un compromiso del sector para ejercer un trabajo responsable, en casos de informar este tipo de situaciones a fin de que sean vistos como una brazo mediador entre la sociedad y la justicia.

Datos

La violencia sexual comercial afecta a  siete ciudades

De acuerdo con la ANNI y la Organización Internacional para las Migraciones, al menos 1684  niños, niñas y adolescente han sido víctimas de abuso sexual comercial en el país, específicamente en las ciudades de La Paz, El Alto Cochabamba, Santa Cruz, Yacuiba, Guayaramerín y Cobija.

El mismo trabajo devela que la ciudad de Santa Cruz es donde más se presentan casos de violencia sexual comercial, doblando prácticamente la cantidad al departamento de Cochabamba con 755 y 338 casos respectivamente.

Según estima la investigación, el reclutamiento de víctimas se disfraza bajo diversas formas como anuncios de empleo para trabajar como niñeras, trabajadoras del hogar, vendedoras o meseras entre otros oficios con excelentes remuneraciones Sin embargo finalmente presionarlas a ofrecer servicios sexuales en contra de su voluntad // El Día

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