Bolivia sin “reglas de juego” y el Gobierno “desgastado”

A una semana del inicio con una “ola de conflictos”, en por lo menos cinco departamentos del país,  analistas políticos coinciden en que Bolivia quedó “sin reglas de juego” y la imagen del Gobierno “desgastada” al igual que la del presidente Evo Morales, debido a que en la mayoría de esas protestas los protagonistas son sectores que impulsaron el “proceso de cambio” y ahora exigen derechos avalados por la Constitución Política del Estado (CPE), es el caso de los indígenas benianos y los alteños.

Para el economista y analista indígena Fernando Untoja, esta situación que atraviesa el Gobierno se debe a varias “promesas incumplidas”, sobre todo con sectores que en un principio lo apoyaban incondicionalmente, situación que produjo la pérdida de dirección del Estado  provocando que el país se vuelva más incontrolable  y que no existan  “reglas de juego”.

“El Gobierno ha fabricado 36 nacionalidades que en realidad no existen, ahora no es un partido estructurado, es un tumulto característica del populismo, un tumulto que va tomando el poder, que se organiza en grupos”, dijo Untoja.

El analista político Jorge Komadina considera que después de estos conflictos el Gobierno no “quedará bien” porque existe un desgate de la imagen de Evo Morales, el cual está basado a nivel nacional e internacional, en que es el “primer presidente indígena” y el de “una persona que defiende los intereses indígenas y de la Pachamama, pero resulta que en este caso está actuando de manera contraria a todo lo que él mismo ha afirmado”.

Como un “Gobierno antipopular”, así quedaría el Ejecutivo –según Untoja–  después de las dificultades atraviesa y las que pasó como es el “gasolinazo” y el conflicto con el sector transporte, en ambos casos Morales tuvo que “ceder”.

Para Komadina, el tiempo de la resolución de conflictos es relevante porque mientras transcurran más días sin dar una solución, mayor es el “desgaste político”.  “Lo que debe hacer el Gobierno es hacer lo que hizo después del gasolinazo y está resumido en ´gobernar escuchando al pueblo’, eso es lo que tiene que hacer”.

El presidente Evo Morales y varios ministros aseguraron antes de la realización de la marcha del Tipnis que empresarios madereros y Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) están detrás de estas medidas y las calificaron de una movilización “política”. El vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, dijo que ganaderos cruceños también tienen intereses para no permitir la construcción de la carretera.

Según el representante del Consejo Nacional Ayllus y Marcas del Qullasuyo (Conamaq), Rafael Quispe, quien participa de la marcha del Tipnis, lo que hay detrás del interés del Gobierno por construir esa carretera por medio del parque Isiboro Sécure con intereses del Gobierno brasileño, es el financiamiento que se destinará para esta obra y sus ganancias.

“Han tomado a la letra de que él (Evo Morales) gobierne escuchando al pueblo, ahora entraron en contradicción tremenda, ya no escucha al pueblo, no quiere hablarles, les califica de derecha les califica de de ser antibolivianos y eso ya es una debilidad, una descomposición”, indicó Untoja.

La misión del Gobierno es estigmatizar al adversario, desnaturalizar la legitimidad de la movilización, ese es el caso de la marcha indígena. “Es un problema estructural que involucra los derechos de los pueblos indígenas. El Gobierno está presionado, ha prometido ese camino a los sindicatos de cultivadores de coca”, dijo Untoja.

Otros conflictos en agenda

Durante la semana pasada, se registraron conflictos en Tarija exigiendo la construcción de una carretera; en Potosí por la celeridad en la resolución del conflicto de límites con Oruro y la atención de cinco demandas regionales; y en El Alto, por la atención a sus requerimientos locales y la realización del censo poblacional este año, a éste último pedido se sumó Santa Cruz.

El gobernador de Cochabamba, Edmundo Novillo, dijo en su momento que este clima conflictivo es organizado por la oposición, por la coincidencia en el inicio de las protestas, aunque admitió que algunas demandas son legítimas y deben ser atendidas.

“Potosí es otro problema no resuelto. El tema del Silala se ha ocultado, se ha escamoteado un poco con la cuestión del tema del mar, pero estamos en época de rebelión porque la gente ya no quiere ser manipulada”, dijo Fernando Utoja.

Con relación al tema del Censo de Población y Vivienda, que por ley debe realizarse cada 10 años, según Jorge Komadina, tiene que ver con la redistribución de los excedentes, es decir, mientras más personas existan en un lugar, más ingresos les corresponde y también más representación política.

“Se ha estado postergando la realización del censo cuando éste debería hacerse cada 10 años, va a mostrar el crecimiento en Santa Cruz, El Alto y también en Cochabamba, son las ciudades que más rápidamente están creciendo”, dijo.

Komadina dijo que para el Gobierno, llegar a un escenario electoral con problemas de esta naturaleza no es positivo, debe resolverlos antes de que concluya agosto.

Ministros sin poder

Los dos analistas también coinciden en que la movilización indígena reivindica sus derechos avalados en la Constitución Política, sino también a este sector que en los últimos años ha estado subordinado a la agenda  política del Gobierno. “Pienso que este conflicto le va a dar una mayor personalidad”, dijo Jorge Komadina.

Fernando Untoja advierte que los ministros no tienen autoridad, ni ningún poder, sólo obedecen al dictado del Presidente Morales, además “es gente que conoce muy pocas cosas de las regiones, ni siquiera pueden entablar un diálogo. De manera franca siguen siendo los oligarcas de antes y hace que la gente haya perdido el respeto a la autoridad, por eso quieren hablar con Evo”.// Los Tiempos

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