2010: Independiente campeón de la Copa Sudamericana

Independiente campeón de la Sudamericana 2010

Ya no vivirá de recuerdos. Independiente venció angustiosamente y por penales a Goias (5-3) –los 90 minutos culminaron 3-1- y obtuvo por primera vez en su historia la Copa Sudamericana. Falló Felipe y Tuzzio marcó el quinto y decisivo penal.

Las imágenes de viejas proezas permanecerán allí -la última allá por 1995, en el Maracaná-  pero los hinchas de Independiente ya no tendrán que recurrir a ellas cuando de rememorar conquistas internacionales se trate. Pasaron quince años y se ha sumado un nuevo eslabón a una cadena inagotable de logros.

Suspendido Silvera, varió su once Antonio Mohamed e incluyó a Patricio Rodríguez y Nicolás Martínez –también salió Fernando Godoy-, futbolistas por los que apostó buscando disponer de más variantes.

Pasado el atronador recibimiento de los 38.00 fanáticos que colmaron el Libertadores de América, Independiente tomó la iniciativa e intentó progresar con el balón a ras del suelo, tal y como había requerido Mohamed. Solo intentó.

El férreo marcaje por el que volvió a apostar un Goias disciplinado y voluntarioso, fue un impedimento en este sentido y el “Rojo” terminó decantándose por otra alternativa, menos estética pero muchísima mas redituable: la de apostar por jugadas pre elaboradas y balones aéreos y cruzados.

Percibida la debilidad rival, Independiente la aprovechó. Ni el Patito Rodríguez ni Tuzzio pudieron usufructuar el primer boceto ensayado por Nico Cabrera. Si lo hizo Julián Velásquez, a los 19.

Cabrera puso en práctica otra acción de laboratorio, Matheu probó la resistencia de Harlei, este dio rebote y el juvenil defensa central solo tuvo que empujar el balón a la red.

No tuvo tiempo ni de lamentarse el Goias. Astuto para llevar a cabo la transición defensa-ataque, el cuadro conducido por Arthur Neto sorprendió al local. Escaló Douglas, llegó hasta la línea final y elevó su preciso centro al corazón del área rival. Moura conectó y el cabezazo cayó detrás de Navarro.

Pareció asentarse nuevamente el Goias, sin embargo el infortunio le jugó una mala pasada e Independiente recobró su ventaja. A los 27, Mareque asistió a Rodríguez, Hernando rechazó y el balón rebotó en Parra, con tanta mala suerte que terminó sorprendiendo al inseguro Harlei.

Las rarezas no acabaron allí y siete minutos después, el propio Parra recibió el centro de Rodríguez y apeló a una definición poco ortodoxa pero efectiva para ajustar su remate al poste izquierdo del arquero. 3-1.

No mermó ni en intensidad ni en dramatismo el encuentro e Independiente, ambicioso, casi voraz, no claudicó en su búsqueda. Retrasado, Goias buscó recobrar la compostura. No lo logró y su fragilidad defensiva siguió quedando de manifiesto.

Cabrera no finalizó acertadamente un contragolpe fulgurante, pero igualmente Independiente concluyó el primer tiempo confiado y con gran parte del trabajo realizado.

Deseoso, el once de Mohamed buscó dar el golpe definitivo en los primeros minutos del complemento. Pudo lograrlo Parra, a los 47 –Harlei desactivó su derechazo- y Cabrera, a los 62, efectuando un centro-arco que casi se le mete al Uno.

Pasados 15 minutos en los cuales el local pareció estar muy cerca de anotar el gol que posibilite la consagración, el trámite del juego cambió radicalmente. Acusó el desgaste físico el “Rojo” y Goias, más fresco, adelantó líneas e inquietó. Pudo empardar la serie Moura- fuerte, astuto, hábil-, con una acción individual alucinante. Navarro lo impidió.

El centro del campo pasó de ser una aduana a un vía de acceso libre y por allí se filtraron muchos futbolistas de un Goias que rodeó el área local y acabó el tiempo reglamentario sembrando dudas en el conjunto argentino.

No varió el guión en el suplementario. Felipe (95) y Toloi (106) desperdiciaron chances inmejorables y Goias, decidido, no pudo impedir unos penales que la gente vivió entre éxtasis, sollozos y muestras de fe.

Convirtieron todos (Velásquez, Parra y Gracián para Independiente; Rafael Toloi y Everton para el Goias), hasta que Felipe estrelló su derechazo en el poste derecho de Navarro y tras los aciertos de Matheu y Moura, Tuzzio la colgó de un ángulo y desató el festejo.

Pocos lo esperaban, pero el Independiente de Antonio Mohamed –clave en esta remontada, más que nada en el aspecto anímico- termina alzándose con un trofeo con el que celebrarán todos y que en pocas horas servirá para desempolvar una vitrina  que recibirá con los mejores honores a un nuevo integrante.

DEFINICIÓN POR PENALES

Vía: Vale Chumbar

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