La imputación que presentó la Fiscalía contra Gabriela Zapata
señala que la expareja del presidente Evo Morales incurrió en acciones ilegales
para conseguir contratos del Estado que favorecieron a la empresa china CAMC, de
la cual era Gerente Comercial.
El documento suscrito por el fiscal Edwin Blanco dice que
Zapata usó de manera ilícita oficinas de la Unidad de Gestión Social,
dependiente del Ministerio de la Presidencia, y se hizo pasar por funcionaria
pública para “negocios ilegales” y conseguir los contratos para CAMC.
“El uso ilegal de esas oficina se hacía para obtener ventaja económica a través de negocios ilegales, habiéndose hecho pasar como funcionario estatal y tener relación con empresas y conseguir contratos para estas empresas, adjudicando los siguientes proyectos a la empresa china CAMC: Planta industrial de Azúcar de San Buenaventura, planta de sales de Potasio de Uyuni, Proyecto Múltiple Misicuni, la vía férrea Bulo Bulo-Montero, equipos de perforación para Yacimientos”, dice la imputación.
El fiscal Blanco recordó en este texto que el monto que suman
estos contratos es de más de 500 millones de dólares.

Asimismo, asevera que Choque intercedió ante otras unidades del
Gobierno para conseguir los contratos para las empresas que representaba
Zapata.
“Por los indicios que cursan en el cuaderno de investigación,
esto (los contratos por 500 millones de dólares) fue posible gracias a la
colaboración que obtuvo (Zapata) de la jefa de Unidad de Apoyo a la Gestión
Social, quien proporcionó las oficinas de esta unidad para que sean utilizadas
por la imputada con fines ilícitos, a saber obtener respaldo y credibilidad para
lograr la adjudicación de varios proyectos”, se lee en el texto.// Erbol
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Gabriela Zapata: “Tengo que luchar por mis hijos”
Gabriela Zapata Montaño, expareja del presidente Evo Morales,
es una mujer más en la población carcelaria del penal de Obrajes, en La Paz.
Llora a cada instante y muy pocas veces sonríe. Está triste y no halla
explicación de lo que le sucede. Su mirada está apagada, ella está sola. En
primera instancia intenta evitar cualquier tipo de diálogo, pero luego accede a
la entrevista.
Lo primero que expresa es su rabia por estar en una prisión.
“Estoy aquí por gente que tiene miseria humana”. Habla pausadamente y las
lágrimas siguen brotando. Dice que tiene fortaleza para luchar por sus
hijos.
A las 11:15 de ayer, EL DEBER ingresó al Centro de Orientación
Femenina de Obrajes. Este medio logró hablar con Gabriela Zapata, expareja del
presidente Morales, quien está recluida por los supuestos delitos de
enriquecimiento ilícito, legitimación de ganancias y uso indebido de
influencias.
Camina sola, pocas personas se le acercan. Se sienta en una
banca y mira unos papeles, que luego le sirven para cubrirse del sol. No deja de
lado su arreglo personal. Está bien peinada, utiliza maquillaje y pestañas
artificiales. Su vestimenta no la distingue. Está con una chaqueta negra, una
polera blanca y una calza negra. Eso sí, utiliza chancletas y no zapatos por
disposición oficial de Régimen Penitenciario.
No tiene una vida distinta a la de las demás reclusas, aunque
los dos primeros días tuvo que pasarlos en la sección de Enfermería, ya que se
encontraba con depresión. “Me siento triste, pero tengo que luchar por mis
hijos”. Con ese lema intenta levantarse todos los días, ya que insiste en que
sus niños son su fortaleza en este momento.
No quiere ingresar al campo jurídico, de eso se encargan sus
abogados. Sumó a su equipo al jurista William Sánchez Peña, que lleva el caso de
Andrea Aramayo Álvarez y de William Kushner Dávalos. Él defiende a la familia
Aramayo y acusa a Kushner por feminicidio.
Por seguridad, tampoco quiere hablar del hijo que tuvo con el
presidente Morales y de su relación con el mandatario.
Relata cómo la detuvieron el 26 de febrero. “Me secuestraron”,
así cuestiona la detención. “Cuando me detuvieron ilegalmente me subieron a un
vehículo sin saber adónde me llevaban”, afirmó.
La exnovia de Evo denuncia que tres días antes de su detención
la “seguían” tres vehículos. “Me amedrentaban durante tres días, me seguían
desde que salía de mi casa”, relató.
“El día que me secuestraron me siguieron desde que salí de mi
casa, en la calle 21 de Calacoto, bajé de mi auto y les saqué fotos a los que me
seguían y fue por eso que me detuvieron. Grité y la gente llamó a la prensa”,
recordó Gabriela.
Policías especializados
Ella está segura de que efectivos de la División de Análisis
Criminal e Inteligencia (DACI) fueron quienes la detuvieron y la llevaron a
instalaciones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de la zona
sur de La Paz.
La recluida narra que a esa oficina llegó a las 11:00 y estuvo
dentro del vehículo que la transportó al lugar durante cuatro horas. “Me
quitaron mi teléfono celular, porque hablaba con mis abogados. Me encerraron en
el vehículo sin decirme nada”, dice.
Zapata tuvo una relación en 2007 con el presidente Morales. El
mandatario confirmó que tuvieron un hijo, pero dijo que el bebé falleció a los
pocos días de nacer. Sin embargo, hace seis días, María del Pilar Guzmán, tía de
Gabriela, reveló que el menor vive y que radica en la sede de Gobierno.
El lunes, Morales pidió conocer al niño y dijo que estaría
alegre de cuidarlo. Así, instaló una demanda contra Zapata para que presente al
menor a un juzgado del menor en total reserva. Además, el jefe de Estado
denunció a Gabriela por violencia sicológica a su hijo, según informó Wálter
Zuleta, uno de los abogados de la empresaria recluida.
Sobre este asunto, Gabriela pide que sea abordado por sus
abogados, pero su rostro no oculta la furia por la demanda. Ella fue notificada
la noche del miércoles en el penal.
Zapata intenta pasar el tiempo en la cárcel haciendo los
quehaceres del recinto. Según las reclusas, ella sirvió alguna vez el almuerzo y
se encargó de la limpieza de algún sector del penal. Sin embargo, ella intenta
estar acompañada de su familia, que la visita al menos día por medio. En otros
momentos se interesa por leer.
Algo que no deja a un lado es la relación con su familia. Su
tía María del Pilar y su prima Ángela Montecinos son las que más la visitan.
Ellas también se sienten amedrentadas. Denuncian que efectivos de Inteligencia
las siguen y les toman fotografías a cualquier instante.
Gabriela llora al recordar a su familia que radica en
Cochabamba.
Su rostro se apaga y aprieta sus manos para hablar de ellos.
Conoció por los medios de comunicación que el vicepresidente Álvaro García
Linera involucró a sus hermanos con partidos de oposición. Eso le molestó y
advierte: “Pido garantías para mis hermanos, pido seguridad para toda mi
familia, no amedrenten a mis hermanos”, exclamó.
Es la hora de almuerzo. Ella se despide y no se levanta del
banco del patio de la cárcel. Su tía y su prima la esperan. Antes de despedirse
pide un favor: “Pido a todas las madres que me ayuden, por favor”. Seca sus
lágrimas y baja la cabeza.
La situación de Choque
Cristina Choque Espinoza, amiga de Gabriela, llegó el martes a
la cárcel de Obrajes. No entabló palabra con Zapata, a pesar de que ambas son
acusadas por el mismo caso. Choque relata que tuvo una “amistad política” con
Gabriela.
Cristina también llora. No entiende por qué está en la cárcel y
lo único que atina a decir es que la “justicia está parcializada”. “El juez me
acusó desde un principio, dio una sanción adelantada. La Fiscalía no presentó
pruebas y aún así me meten a la cárcel”, relató Choque.
Cristina fue directora de la Unidad de Gestión Social del
Ministerio de la Presidencia. Es acusada por incumplimiento de deberes, tráfico
de influencias y uso indebido de bienes del Estado por supuestamente beneficiar
a su amiga Gabriela Zapata// El Deber
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Exchofer del Ministerio de Presidencia va a la cárcel
Jimmy Morales, exchofer del la Unidad de Gestión Social,
dependiente del Ministerio de la Presidencia, fue enviado al penal de San Pedro
con detención preventiva tras ser imputado de incumplimiento de deberes y uso
indebido de bienes del Estado.
El fiscal de materia, Edwin Blanco, explicó que se durante la
audiencia se demostró los riesgos procesales en los que podría incurrir el
acusado y en consecuencia perjudicar la investigación.
“Se han producido indicios suficientes que demuestran la autoría del ciudadano confirmándose la teoría fáctica que el Ministerio Público ha presentado en el pliego de imputación formal (…) Los riesgos procesales son que el señor Morales no tiene un domicilio fijo, no tiene un trabajo, tiene facilidades para ausentarse del país y que puede influir en testigos y ocultar o suprimir pruebas”, explicó.
Jimmy Morales trabajó con la exdirectora de la Unidad de
Gestión Social del Ministerio de la Presidencia, Cristina Choque, quien
actualmente guarda detención preventiva por supuestamente facilitar ambientes y
vehículos estatales a Gabriela Zapata para sus negocios personales.
Las acusaciones empezaron a apuntar a Morales porque él fue el
chofer que trasladó a Zapata e incluso depositó 30 mil dólares en la cuenta de
la expareja de Evo Morales.// Erbol
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