Los bolivianos solo cuentan con siete equipos para el 
tratamiento contra el cáncer: dos aceleradores lineales, uno en un centro 
privado y otro en la Caja Petrolera; y cinco bombas de cobalto, cuya tecnología 
data de hace más de 50 años y que son utilizados en el sistema público y la 
seguridad social.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), 
en el país existe, en promedio, una unidad de telerradioterapia (equipo para 
tratar el cáncer con radiación ionizante) por cada dos millones de habitantes. 
Además de cinco centros de radioterapia, 11 oncólogos terapeutas y cinco físicos 
médicos. En Bolivia hay 10.027.254 habitantes.
Haciendo la comparación con un país vecino, en Argentina existen seis equipos por cada dos millones de 
personas; además de 80 centros, 176 especialistas y 98 médicos físicos. Esa 
nación tiene 41.803.125 habitantes.
 Karina Merlo, tecnóloga de la Unidad de Radioterapia del 
Hospital de Clínicas (La Paz), explicó que las cinco máquinas de cobaltoterapia 
fueron donadas hace más de 15 años por el Organismo Internacional de Energía 
Atómica y el Gobierno de Argentina.
Karina Merlo, tecnóloga de la Unidad de Radioterapia del 
Hospital de Clínicas (La Paz), explicó que las cinco máquinas de cobaltoterapia 
fueron donadas hace más de 15 años por el Organismo Internacional de Energía 
Atómica y el Gobierno de Argentina.
Estos equipos se encuentran en el Instituto de Cancerología 
Cupertino Arteaga, de Sucre; el Instituto Oncológico del Oriente, de Santa Cruz; 
la Caja Petrolera de Salud, de Cochabamba; y la Caja Nacional de Salud y el 
Hospital de Clínicas, de La Paz.
Carencia. Los dos únicos aceleradores lineales 
(máquinas modernas para tratar el cáncer sin afectar a otros órganos) están en 
la Caja Petrolera de Salud, de Cochabamba; y en el Instituto Boliviano de 
Radiación, en El Alto.
La Razón buscó datos oficiales del Instituto Boliviano de 
Ciencia y Tecnología Nuclear, entidad que autoriza la importación de equipos 
generadores de radiación, pero hasta el cierre de la edición no hubo respuesta 
sobre la cantidad de máquinas en el país.
La visibilización de la falta de equipos y profesionales 
especializados en Oncología cobró fuerza en 2012, cuando padres de familia del 
Hospital del Niño, de La Paz, realizaron protestas exigiendo medicamentos, 
oncólogos y máquinas para el tratamiento del cáncer infantil.
Desde octubre de 2014, pacientes adultos del Hospital de 
Clínicas protagonizan marchas y plantones por un acelerador lineal, pedido que 
no es atendido hasta la fecha. Los enfermos son tratados con una bomba de 
cobalto que ya presenta fallas.
“Bolivia es el único país de la región que presenta un atraso 
alarmante en lo que es una política nacional para el tratamiento de pacientes 
con cáncer. No contamos con infraestructura adecuada, los pocos equipos que hay 
son del siglo anterior, el costo de los medicamentos es inaccesible para la 
gente pobre y existen pocos especialistas”, dijo Miguel Ángel Quiroga, jefe de 
Oncología del Hospital de Clínicas.
Este medio intentó contactar a diferentes autoridades del 
Ministerio de Salud, pero no hubo respuesta.
Nancy Huallpa, representante de enfermos con cáncer y quien 
enfrenta un tumor en el pulmón, contó que varias familias venden todos sus 
bienes para curar a sus seres queridos, pese a que la máquina obsoleta y los 
fármacos no garantizan la sanación.
“Para la quimioterapia debemos comprar medicamentos desde 200 hasta 25.000 bolivianos y las radioterapias con la bomba de cobalto cuestan 3.500 bolivianos. El tratamiento con el acelerador lineal en el centro privado es 5.000 dólares, que es imposible de pagar para nosotros”, aseguró.
En cuanto a la falta de especialistas, el presidente del 
Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea, corroboró la situación e indicó que en 
Bolivia existen solamente 22 especialistas certificados, algunos con una 
subespecialidad en Oncología de la Radiación, Quirúrgica, Clínica, Pediátrica y 
Hematología.
“Lastimosamente son pocos especialistas en el país porque no hay equipos ni infraestructura donde puedan trabajar, pese a que cada profesional debe estudiar más de 15 años y actualizarse cada año en el área”, dijo Larrea.
Lilian Zamuriano, oncóloga radioterapéuta del Hospital de 
Clínicas, detalló que cada día atiende entre 40 a 50 pacientes. “Debemos atender 
a los pacientes en ambientes pequeños, fríos y con equipos antiguos”.
Por similar situación pasan otras ciudades. El Instituto de 
Cancerología Cupertino Arteaga, de Sucre, colapsó la anterior semana, informó la 
especialista del área, Janeth Rojas, y detalló que la infraestructura de la 
bomba de cobalto es precaria y que el equipo terminó su edad media de 
utilidad.
Lo mismo pasa en los centros oncológicos de Santa Cruz y 
Cochabamba, aunque en este último la máquina es solamente para los asegurados de 
la Caja Petrolera de Salud.
En ambas capitales ya se construyen nuevas infraestructuras, 
los denominados búnkers, que acogerán a los aceleradores lineales.
Por día registran 47 enfermos con un mal 
terminal
Wilma Pérez
Según el Registro Nacional de Cáncer del Ministerio de Salud, 
se estima que en el país se diagnostica cada año a 17.170 casos nuevos de 
cáncer, es decir, un promedio de 47 por día. Del total, casi 11.000 son mujeres 
y más de 6.000, varones.
“El Registro Nacional de Cáncer señala que, hasta diciembre de 
2014, en Bolivia existirían 46.422 personas con cáncer. Durante la gestión 2013 
se realizó la atención médica de 18.950 personas con la enfermedad en los 
diferentes centros de salud; en 2014 (de enero a septiembre) fueron 9.859 
pacientes atendidos”, refiere el informe del ministerio del área, al que tuvo 
acceso La Razón.
En el caso de varones, los tumores más frecuentes se dan en la 
próstata, estómago, piel, vesícula biliar, bronquios, pulmón, entre otros. En 
cambio las mujeres son más afectadas por el cáncer de cuello uterino, seguido 
por el de mama, vesícula biliar, piel, ovario, estómago y otros.
La oncóloga radioterapéuta del Hospital de Clínicas, Lilian 
Zamuriano, señala que los datos del Ministerio de Salud son importantes y 
reveladores porque demuestran que el cáncer en Bolivia se incrementó, 
especialmente en las mujeres.
“La investigación fue realizada por la doctora Svenka Mauri, ella fue a cada departamento del país a levantar los datos estadísticos. Por este trabajo se estableció que el cáncer cérvicouterino aumentó en 20% y eso es dramático. Es decir que si antes teníamos 178 pacientes por cada 100.000 mujeres, ahora son 200”, explica.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), 
el perfil de mortalidad por cáncer en Bolivia, correspondiente a 2012, fue de 
2.984 muertes en varones y 3.955 en mujeres. En los varones la prevalencia más 
elevada es por próstata (17%) y en mujeres, el cérvicouterino (21%).
El informe de Salud indica que el ministerio elaboró los 
protocolos para la atención de pacientes con cáncer de cérvix, mama, próstata y 
leucemia; además dio énfasis a la atención, equipamiento y entrega de 
medicamentos a los tres centros especializados en cáncer infantil, en La Paz, 
Cochabamba y Santa Cruz.
“El Ministerio de Salud realiza esfuerzos para garantizar la dotación gratuita de antineoplásicos (medicamentos anticancerígenos) a pacientes pediátricos que reciben tratamiento en hospitales públicos y que no tienen un seguro”, según el documento.
Cambios en la epidemiología
El incremento de casos de cáncer en Bolivia cambia el perfil 
epidemiológico y demográfico, explicó Guillermo Cuentas, exministro de Salud 
(1987-1993 y 1997-2001).El médico señaló que hace 20 años el perfil 
epidemiológico  era por enfermedades inmunoprevenibles (que se atacan con la 
vacuna) y las endémicas (trasmitidas por vectores). “Es decir que la gente se 
moría por sarampión, coqueluche por fiebre amarilla, malaria y otras, pero no 
tantos por cáncer, diabetes, hipertensión, como ocurre ahora”.
Cuentas recordó que en el censo de 1992 Bolivia tenía 41% 
habitantes menores de 14 años, 52% mayores de 15 años y 4% mayores de 65; pero 
en 2012 la población menor de 14 años llegó al 31%, los mayores de 14 son más 
del 60% y los mayores de 60 años son el 8%.
“Ese cambio demográfico se manifiesta en el perfil 
epidemiológico que revela el incremento de casos con cáncer. Mientras más 
envejece la población hay más probabilidad del aumento de esos males”, 
dijo.// La Razón.com
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