Comida paceña con sabor a negocio

Bertha Tardío siempre decía: “La comida hay que prepararla con amor, así es más rica”. Su nieta, Daniela Paredes, la recuerda por aquella frase y por el delicioso plato paceño que preparaba cuando ella aún era una niña.

Daniela, apenas cruzó la frontera de los 20 años y ya se la puede catalogar como una empresaria culinaria. El secreto de su éxito, dice, radica en aquella frase de la abuela que en sus tiempos era una experta de la comida boliviana.

La joven y Pedro Pacheco tuvieron la iniciativa de crear la empresa Api Happy y sus Antojitos Andinos. “Éste es un espacio donde se degusta la gastronomía andina y, al mismo tiempo, ofrecemos un servicio a toda hora. Vendemos de siete de la mañana a nueve de la noche. La persona que se antoja un plato de ispi o un api puede venir al local a cualquier hora y tendremos lo que busca”.

Hasta el momento hay dos sucursales a cargo de Paredes. La firma busca consolidarse como un referente paceño de la gastronomía del lugar.

Los platos estelares de este negocio son cuatro: El charkecán, cuyo ingrediente básico es la carne deshidratada de llama o res frita; el ispi pequeño, que es un pescado proveniente del lago Titicaca; el plato paceño, que se oferta con el rótulo del alimento vegetariano; y, el chairo, cuya sopa tiene chuño y tunta.

Los refrescos que se preparan en Antojitos Andinos tienen valores nutritivos. Hay bebidas de maíz, cañahua, wilkaparu... “productos que no son altos en colesterol”, dice Paredes, quien atiende personalmente en el local ubicado en la Plaza del Bicentenario, al frente del Monoblock de la Universidad Mayor de San Andrés.

La comida paceña, explica la dueña, es deliciosa y nutritiva debido a los ingredientes de la región. Además, es una alternativa económica a la comida rápida que también se comercializa en la urbe. Al igual que el proyecto de Paredes y Pacheco, existen empresas que apuestan por el departamento y, particularmente, la ciudad sede de gobierno.

Según datos de la Cámara Nacional de Comercio, 1.200 empresas están asociadas en el departamento de La Paz. De éstas, el 93 por ciento se encuentra en el municipio de La Paz y un seis por ciento en El Alto. Además, existen otras iniciativas en municipios rurales. Paredes no habla de negocios sino de una herencia de su abuela, quien le inculcó la pasión por la gastronomía paceña.

Buñuelo
No se conoce con exactitud el origen de esta masa que se baña con miel. Hay reportes que señalan que los buñuelos derivan de la palabra puñuelo, una especie de bola que los romanos amasaban con sus puños; mientras que otros dicen que su origen es árabe. A Bolivia llegó junto a los españoles y las tradiciones ibéricas.

Llauchas
Cuentan que en las fiestas de la Colonia se preparaban empanadas con quesos deliciosos, mientras que el indígena sólo veía esas delicias. Alguien que buscó comer como el hacendado realizó su empanada con queso aguado (llawsa, que significa aguado). El español no pronunciaba bien la palabra y esta delicia fue bautizado como “llaucha”.

Api
Bebida típica de la región andina de Bolivia, aunque también se la encuentra en el resto del país. Su elaboración está en base a granos de maíz morado. El toque de su delicioso sabor se lo obtiene a través de la canela, el clavo de olor y especies de agradable fragancia. La palabra api es de origen quechua, significa mazamorra de maíz.

Empanada frita
Las primeras referencias de las empanadas se dan en el Medio Oriente. Se hizo muy popular en esos países por solucionar el problema del transporte de los alimentos en las largas travesías. No se sabe cuándo se bautizó a la empanada frita con el nombre de “pastel”, que se refiere al producto hecho con aceite hirviendo.// La Razón

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