En nueve de 17 países de la región el valor real de las remuneraciones fue menor en 2022 que en 2019
Trabajar duro, pero ganar poco dinero sin cubrir las necesidades básicas, es conocido como el “fenómeno del trabajador pobre”, que cada vez se expande en los países de América Latina y el Caribe. Como era de esperarse, Bolivia está inmersa en la tendencia.
Por lo menos eso es lo que dice el informe Panorama Laboral 2023 América Latina y el Caribe, publicado esta semana por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El principal patrón se evidencia en los bajos salarios, la inflación, la falta de sistemas de cuidado, la desigualdad de género y las condiciones laborales precarias que se ofrecen, que atrapan en la pobreza a millones de trabajadores.
Según la OIT, la mayoría de quienes están en esa condición son madres autónomas, personas jóvenes y quienes laboran en la informalidad. En muchos casos se comparten esas tres características. La pobreza laboral en la primera fase de la pandemia aumentó hasta 80% en algunos países. Si bien ese problema ha disminuido desde entonces, los niveles de precariedad entre las personas trabajadoras siguen más elevados que en 2019.
Según publica El Economista, el análisis de la OIT se centró en 10 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. En estos países, los altos niveles de inflación se han comido los salarios de por sí bajos y ha contribuido a perpetuar este fenómeno.
En nueve de 17 países de la región el valor real de las remuneraciones fue menor en 2022 que en 2019. En algunos la pérdida de poder adquisitivo llegó a 11%. “La pérdida de poder adquisitivo de los ingresos laborales hace que el ‘fenómeno del trabajador pobre’ –que significa que las personas pueden vivir en situación de pobreza aun teniendo un empleo– sea creciente en la región”, resalta el informe.
La OIT advierte que la ralentización del crecimiento regional, las tasas de informalidad laboral superiores a 50%, un débil crecimiento en la demanda de trabajo y la inflación “pueden derivar en alzas significativas de la incidencia de la pobreza total y de la pobreza entre los trabajadores”.
En la investigación sobre el “fenómeno del trabajador pobre”, la OIT encontró que en la mayoría de los hogares pobres hay personas menores de 15 años de edad. Estudios anteriores han mostrado que “la presencia de personas menores en el hogar disminuye la probabilidad de salir de la pobreza y al mismo tiempo aumenta el riesgo de ingresar a ella”.// El Deber
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