De acuerdo con la investigación “El capital corrosivo en Bolivia”, los capitales chinos pueden llegar a corromper la economía de los países de destino cuando éstos presentan debilidad institucional.
De acuerdo con la investigación “El capital corrosivo en Bolivia” , entre 2008 y 2019 Bolivia contrató empresas chinas por cerca de 6.000 millones de dólares, sobre todo para obras de infraestructura.
La investigación, publicada por la Fundación Milenio, estuvo a cargo de Henry Oporto, Napoleón Pacheco, José Luis Evia y Antonio Peres.
“En nuestra investigación hemos identificado 28 empresas chinas, entre 2009 y 2018, que han operado en Bolivia en contratos con el Estado por un monto de alrededor de 6.000 millones de dólares, que es un monto significativo, que es equivalente al 14% del PIB de Bolivia. Esas contrataciones han abarcado distintas áreas y sectores, pero principalmente se han canalizado hacia obras de infraestructura, construcción de carreteras, plantas industriales”, señaló el investigador Henry Oporto.
De los 6.000 millones de dólares, alrededor de 3.000 millones de dólares fueron destinados a la construcción de carreteras, 900 millones de dólares al sector de energía, y alrededor de 850 millones de dólares al sector industrial. Las empresas con mayor participación son Sinohydro Corporation Limited (con un monto de 1.250 millones de dólares), China Railway (800 millones de dólares), China Harzone (600 millones de dólares) y CAMC (500 millones de dólares), señala la investigación.
La entrada de estas empresas al país se justificó en parte por el financiamiento de créditos chinos condicionados, que exigían la contratación de firmas de ese país; sin embargo, de acuerdo con la investigación, en un segundo momento el gobierno de Evo Morales continuó la contratación de empresas chinas para proyectos que contaban con financiamiento interno, tanto del Tesoro General del Estado (TGN) como del Banco Central de Bolivia (BCB).
“Nosotros nos preguntamos por qué se siguieron contratando empresas chinas a pesar de que el financiamiento no estaba condicionado. Ésa es una pregunta que nosotros nos hemos formulado y no hemos podido tener una respuesta satisfactoria”, dijo Oporto.
Contrataciones directas
De acuerdo con Oporto, una de las características de las relaciones con empresas chinas en Bolivia es que las obras que ejecutaron, en su gran mayoría, fueron adjudicadas a estas firmas de manera directa, ya sea por invitación o por contrataciones por excepción.
“Ésta es una característica en las relaciones de China con Bolivia, por lo que hemos detectado en la investigación, casi no ha habido adjudicaciones a empresas chinas por la vía de licitaciones públicas internacionales. La mayor parte de los contratos se dieron por invitación directa o por contratos de excepción, es decir que las empresas chinas no han competido”, explica.
Oporto agrega que, salvo en aquellas obras en las que el financiamiento ha provenido del BID o la CAF, que tienen reglas más estrictas , algunas empresas chinas, efectivamente han competido por lograr las obras. En su gran mayoría, sobre todo cuando el financiamiento ha venido de créditos chinos o del TGN y el BCB, esos contratos se han dado en la modalidad de invitación directa o bien de contratos de excepción.
“Esto indica que existe una relación privilegiada entre estas empresas y el Estado y también explica un rasgo característico que encontramos en la investigación”, puntualiza.
Asimismo, el investigador acota que, en muchos de los contratos estudiados se han identificado una serie de irregularidades como la adjudicación de obras a empresas sin experiencia específica, retrasos, incrementos de precio, denuncias laborales, ambientales y corrupción.
“Hemos visto que se abusó de la modalidad de llave en mano; asimismo hemos encontrado evidencias de muchas deficiencias en la calidad de las obras, incumplimientos, elevaciones de costos, conflictos laborales, denuncias de impactos ambientales y algunas denuncias de corrupción. Este tipo de irregularidades que se han presentado son ejemplos muy concretos de malas prácticas y de negocios que dejan muchas dudas”, manifiestó Oporto.
Problemas de gobernanza
De acuerdo con la investigación “El capital corrosivo en Bolivia”, el balance dejado por el paso de las empresas chinas en el país es negativo, debido a los problemas de gobernanza que enfrenta el país y que se ven agravados por el accionar del capital corrosivo.
“El balance general es más negativo que positivo, sobre todo debería preocuparnos porque Bolivia no puede atraer buena inversión extranjera directa, incluso de China”, señala el investigador Henry Oporto.
El experto señala que esto tiene que ver con los problemas de gobernanza, que se expresan en la calidad de gobierno, un concepto que alude a la capacidad del Estado de gestionar políticas, planes, proyectos y recursos públicos con eficacia, eficiencia y legitimidad, de tal manera que esta capacidad estatal pueda producir resultados que resuelvan los problemas y necesidades del país y de la gente, y además esto debería darse en consonancia con las reglas de la democracia y velando por los intereses generales de la sociedad.
“Al analizar el capital corrosivo hemos visto que muchos de estos flujos financieros que vienen en general de China y la contratación de empresas vinculadas a esos países, vemos que lo que han hecho es aprovecharse de la fragilidad de las instituciones del Estado boliviano, de la debilidad del Estado, de la falta de capacidad para gestionar los recursos, los proyectos”.
Las empresas chinas habrían aprovechado la debilidad o ausencia del Estado de derecho y la falta de mecanismos eficaces de fiscalización y control, agregó Oporto.
Los créditos contratados de China
- Financiamiento Los préstamos de China a Bolivia cobraron importancia a partir del año 2006, creciendo a un ritmo sostenido, y orientándose a diversos proyectos de inversión pública. Aún cuando entre 2009 y 2011 se acordaron varios créditos con China, son los años 2015, 2016 y 2018 en los que se registran las mayores operaciones de crédito, que en algunos años superan los $us 500 millones.
- Monto De acuerdo con la investigación de Fundación Milenio, entre 2009 y 2019, Bolivia habría recibido de China por concepto de créditos, la suma de $us 2.032 millones. El mayor acreedor chino sería el EximBank, con una participación del 88% de la deuda contratada, seguido por China Development Bank Corporation con el 12% de los créditos contratados por el Estado.// Página Siete
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