Desde 1904 hasta 2015, casi 200 documentales se filmaron en Bolivia, según el portal especializado www.imdb.com. De ese
número, 60% fueron dirigidos y producidos por cineastas de otros países como
Alemania, Brasil, Corea, Estados Unidos y Noruega. Además, de acuerdo con el registro y conteo realizado
por Página Siete, la producción extranjera, entre cortos y largometrajes,
aumentó desde 2005 hasta la fecha.
La mayoría de los filmes rodados por extranjeros utiliza
escenarios, personajes e historias bolivianas. Muchos de estos trabajos son
dirigidos y producidos por realizadores de Australia, Canadá, Chile, Colombia,
Cuba, Dinamarca, España, Francia y Finlandia. También rodaron cintas
realizadores de Holanda, Inglaterra, Italia, Irán, México, Paraguay,
Portugal, Suiza y Venezuela.
Uno de los países que más documentales ha producido sobre
Bolivia es Estados Unidos, que hasta la fecha ha rodado 15 cintas entre
políticas, sociales y ambientales. Entre ellas, se encuentra Lion Ark (2013) de
Tim Phillips y que aborda el rescate de un grupo de leones encerrados en circos
bolivianos. En el género ambientalista destacan también: The Mother Grain
(2014), de Stefan Jeremiah y Michael Wilcox sobre la quinua; Gringo Trails
(2013), de Pegi Vail, sobre el impacto del turismo en el medio ambiente;
Growing Soybeans (2013), de Jonah David y Madelynn Johnston, sobre las
plantaciones de soya en Santa Cruz; y El litio: la siguiente batalla de Bolivia
(2011), de Larissa Rhodes.
Los
estadounidenses también dedicaron documentales antropológicos a comunidades
mineras, afrobolivianas y aymaras.
El continente asiático también puso sus ojos en Bolivia. El
más destacado es el documental coreano Forgotten Home (2012), de David Yoo,
que retrata la historia de un joven de ese país que visita Bolivia para
conocer a sus antepasados.
Además, directores de países vecinos al nuestro rodaron en
Bolivia, uno de ellos es Kayna Wawaiki Jamuni (Ahora vengo como tu hijo, 2014),
del chileno Nicolas Page, sobre una visita al lago Titicaca.
Estrellas bolivianas
La realidad social boliviana inspiró audiovisuales como Algo
pasó en el alma (2013), de la venezolana Rosana Matecki. Este filme cuenta la
historia de dos payasos del Teatro Trono de El Alto.
Los luchadores de la urbe alteña fueron retratados en El ring
y sus titanes (2010), del italiano Miko Meloni. La película se centra en los
encuentros de lucha libre.
Entre otras temáticas abordadas por los cineastas extranjeros a
la hora de presentar a Bolivia, están la pobreza, los indígenas, las luchas
sociales, la presencia de Ernesto Che Guevara en el país, la figura del
presidente Evo Morales y hasta la dinámica de los mercados populares, entre
otras.
El documental más antiguo filmado por un extranjero en Bolivia,
según IMDb, es Paseo del Prado el Día de Todos Santos (1906), del italiano
Carlo Valenti.
Según este registro, desde 2005, el rodaje de documentales se
incrementó notablemente, ya que más de la mitad fueron realizados a partir de
ese año.
La producción cinematográfica reciente hecha por bolivianos,
que representa un 40% del total, aborda esos temas como el narcotráfico, la
migración, la guerra del gas de 2003, el teatro y las costumbres indígenas.
Entre los realizadores nacionales con mayor producción destacan Luis Castillo y
Jorge Sanjinés. Uno de los más recientes es el filme The Bolivian Case (2015),
de Violeta Ayala, sobre la historia de tres jóvenes noruegas arrestadas por
tráfico de drogas.
Los documentales
2015 Se realizaron y se terminarán de producir los filmes The
Bolivian Case, de Violeta Ayala; Salero, de Mike Plunkett; Working is Growing:
Organised Child Workers and their demands; Diário dos Andes, de Pablo Ferreyra;
y The Monk, de Luis Velasco.
2014 Se produjeron los documentales Radical Friends, de Chihiro
Geuzebroek; Muerte en Arizona, de Tin Dirdamal; Durazno, de Yashira Jordan;
The Mother Grain, de Stefan Jeremiah y Michael Wilcox; El corral y el viento, de
Miguel Hilari; Going the Distance: A Honeymoon Adventure, de Mike Clear,
Alanna Clear; Voces de El Alto, de Benjamín Oroza; Le poids de l’or, de
Jacinthe Lauzier y Nicolas Venne; Kayna Wawaiki Jamuni, de Nicolas Page; Kayna
Wawaiki Jamuni, de Nicolas Page; Quinuera, de Ariel Soto; y Nosotros los de la
Saya, de Sisa Bueno.
2013 Ñawpaqpas kunanpas allpanchis, kawsayninchis, de
Margarita Huayhua; Manos unidas, de Rolando Santos; Frozen Angel, de Adrian
Winkler; Humano, de Alan Stivelman; Gringo Trails, de Pegi Vail; Gabor, de
Sebastián Alfie; Glacial Balance, de Ethan Steinman; Lion Ark, de Tim Phillips;
The Duck Diaries: A Cold War Quest for Friendship Across the Americas, de Matt
Twomey; Un minuto de silencio, de Ferdinando Vicentini Orgnani; Tempting Fear,
de Mike Douglas; Minerita, de Raúl de la Fuente; RUTZ: Global Generation Travel,
de António Caetano Faria; Algo pasó en el alma, de Rosana Matecki; One Drum, de
Harley van Valen; Growing Soybeans, de Jonah David y Madelynn Johnston;
Verlorener Horizont, de Robert Bohrer y Emma Rosa Simon; Wait, de Brian Oh;
Movimientos Espectaculares, de Mateo Hinojosa; God Forgive, de Nedy John Cross;
y Sur Nos Traces, de Sandra Rodríguez.// Página Siete (BO)
_
0 Comentarios
Estimado visitante:
Se aceptan todos los comentarios, siempre y cuando están dentro del marco del respeto y no sean SPAM. (Gracias por tu visita / comentario)