En La Paz existen padres de familia que tienen hijos desaparecidos incluso durante 18 años. A pesar de haberlos buscado por todo el país y en otras naciones, no pierden la esperanza de hallarlos. Uno de los casos actuales más emblemáticos y que aún no tiene respuesta favorable es el de Zarlet Clavijo Martínez, de quien se desconoce su paradero desde el 4 de junio de 2012, cuando tenía 17 años. Ya pasaron dos años y cinco meses.
“Tenemos fotos de muchas personas que no aparecen. El sistema de justicia tiene falencias, incluso algunas familias dejan el proceso de investigación”, indicó Adriana Zurita, fundadora del movimiento Hoy Puedo Ser Yo, que ayuda y ofrece mecanismos de prevención contra este problema, y apunta a formalizarse pronto con una personería jurídica.
Una fuente de la fuerza policial anticrimen señaló que en los archivos de la División de Trata y Tráfico de Personas todavía se guardan denuncias de desaparecidos de años atrás porque, en muchos casos, las familias no reportan la aparición de sus allegados. La Razón entrevistó a cuatro padres que llevan años buscando a sus hijos y, a pesar del tiempo, esperan reunirse de nuevo con ellos.
18 años de angustia: La familia ganó la lotería y lo secuestraron
El 14 de mayo de 1996 se convirtió en un tormento para los Vargas Flores, porque Fernando, quien tenía entonces 14 años, fue secuestrado saliendo de su colegio. Cuatro meses antes, cuando acababa 1995, la familia ganó la lotería: $us 50.000, una noticia que copó los medios de prensa. “Me arrepiento de haberlo traído de Argentina ese año, trabajaba como enfermera en ese país y él me pidió ver a su padre y hermanos que estaban en La Paz y los extrañaba”, recuerda la señora Flores. Esa jornada, Fernando asistió a su colegio, mas nunca volvió. Eran las 19.00 y nadie sabía de él, ni siquiera en su unidad educativa, donde según la lista de asistencia pasó clases con normalidad.
La llamada telefónica fulminante se registró a las 22.00. Una voz amenazadora exigía la totalidad del dinero de la lotería o Fernando pagaría las consecuencias. Todo estaba planificado para que días después se entregue el dinero, pero los secuestradores se enteraron de que eran buscados por la Policía. “La voz me señaló ‘le dijimos que no dé parte a la Policía, pero su esposo cometió el peor error’. Estábamos dispuestos a darles el dinero, mas hasta hoy perdí su rastro y no sé nada de él”.
Vanos fueron los intentos por encontrar a Fernando, de pegar miles de afiches con su fotografía en el país e invertir bastante dinero en su búsqueda. Este medio se comunicó con la División de Trata y Tráfico de la Policía; sin embargo, se informó que hace 18 años no existía esa dependencia y no hay datos. El caso fue denunciado, no se pudo acceder a la investigación. (Cualquier dato sobre su paradero al 72026333)
Dos años y 11 meses sin ella: Fue a una fiesta de trabajo; tiene una hija de seis
Para Martha Huanca es imposible que su hija, Rosario Ilsen Velásquez Huanca, quien hoy tendría 32 años de edad, haya abandonado a su hogar y a su primogénita, que cumplió recién seis años, pues la amaba más que a su vida. Desesperada, su madre la buscó por varias zonas de La Paz y en todos los departamentos mostró su fotografía a quien se le ponía en frente. Ya son casi tres años y aún desconoce su paradero. “Mi nieta siempre pregunta por su mamá y cuándo va a volver, ahora está en básico. Tantas cosas oí sobre trata y tráfico, que no sé qué pensar”.
El hecho sucedió el sábado 10 de diciembre de 2011. A las 22.00, Rosario le informó a su progenitora que iba a una cena de trabajo. “Desperté a las 04.00 del día siguiente y no había llegado, estaba desesperada, sus amigos me dijeron que se retiró a las 02.00 y su celular lo tenía otra persona”. La joven aún figura como desaparecida en la fuerza policial anticrimen. “Ahora yo crío a mi nieta”, señala Huanca. (Cualquier dato de su paradero al 60508831) Tres años y ocho meses sin rastro: La joven salió de su casa y nunca más retornó
Pascuala Poma preferiría saber que su hija Magali Titirico Poma está muerta. A pesar de que se cumplieron tres años y ocho meses de su desaparición, ella aún carga la angustia de saber qué pasó con ella. “Si supiera mi situación, si ella estuviera sin vida podría olvidar, pero se ha perdido y no paro de llorar”. Era un 29 de marzo de 2011, cuando la estudiante, quien hoy tendría 19 años, salió por la tarde de su casa de la zona de Alto Lima en El Alto, para realizar unas tareas. Seis meses después, la Policía le informó que ella había decidido irse con su pareja; no obstnte, según Pascuala, no le brindaron más detalles.
No recibió ni una llamada telefónica. Tal es su martirio que hasta evita caminar por su colegio. “Las navidades no son como antes, sus cumpleaños son muy tristes. Si supiera dónde está, la buscaría. Sus cinco hermanos la extrañan”. (Cualquier dato sobre su paradero al 77771502)
Un año y cinco meses buscada: Su padre viajó a todas las fronteras y no la encontró
“Mi situación es una muerte en vida. Viajé por el país, a todas las fronteras. Esto destruye la familia, no pierdo las esperanzas de que vuelva”, confiesa Rubén Canaviri, padre de Cyntia Canaviri Valverde, quien desapareció a sus 17 años. La joven había salido recién bachiller y tenía claro la carrera que iba a estudiar: Ingeniería Petrolera; pero sus padres ven que sus sueños fueron frustrados. El día de su pérdida fue el 28 de mayo de 2013. Luego de llegar a las 17.00 a su casa, volvió a salir a realizar un trabajo y dos horas después ya no contestó su teléfono celular.
Su padre renunció a su trabajo e invirtió bastante dinero para su búsqueda; hoy sigue sin empleo. A pesar de las investigaciones, declaraciones de terceros y hasta allanamientos, se desconoce su paradero. “Siento que me llama, no me canso de buscarla”. En la Policía no brindaron información, solo que su caso sigue abierto. (Cualquier dato sobre su paradero al 73292273)// La Razón (COM)
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