"A la boliviana”… Así está hecho este juego de mesa donde el jugador puede recibir el bono Juancito Pinto, ser multado por conducir en estado de ebriedad, cortesía del plan Chachapuma, y hasta ser víctima de un bloqueo, con piedras incluidas. Su nombre es Evopolio y fue uno de los éxitos de la Feria del Libro en Cochabamba este año.
Su afición al Monopolio comenzó en la niñez y antes de que se diera cuenta a los ocho años el cochabambino Boris Vargas -hoy ingeniero comercial de 38 años- ya construía piezas del clásico juego. Pero no fue hasta 2007 que, junto a su empresa Cosmopolitana, creó el Evopolio.
"Queríamos tener un juego que muestre la realidad boliviana y, al mismo tiempo, todos los lugares turísticos de nuestra querida patria y promocionar primero lo nuestro. El objetivo es unir a la familia a través de un juego con contenido social y autorreflexivo”, comenta el creador del juego.
El nombre, según explica, tiene un objetivo meramente comercial que fue propuesto, junto a otras opciones, en grupos focales donde fue el más aceptado. Alrededor de 40 personas participaron en el desarrollo del producto durante cinco años.
Atractivos turísticos
Al igual que en el Monopolio, la dinámica del Evopolio se centra en convertirse en "acaudalado” al finalizarlo. Cuenta con billetes y monedas bolivianas, casas, hoteles y títulos de propiedad de los lugares turísticos más conocidos de los nueve departamentos del país, como el lago Titicaca, el Salar de Uyuni y las Misiones Jesuíticas, entre otros.
Cuando un jugador adquiere el título de propiedad de algún atractivo turístico puede construir una o varias casas y hoteles.
En el afán de hacerlo más entretenido e interactivo, según indica Vargas, el Evopolio supera al clásico Monopolio -creado hace más de 75 años- por tener más casillas de casualidades. Es decir, que el jugador tiene 54 diferentes tarjetas, o casualidades, que se le otorgan cuando cae en alguna de las 10 casillas destinadas a este propósito.
Las casualidades abordan los temas más diversos.
Por tomar un refresco de mokochinchi en un puesto de dudosa higiene, el jugador puede acabar en el hospital, o también puede salir perjudicado como ciudadano por un bloqueo o artífice si uno si pertenece, por ejemplo, a un sindicato de choferes.
También puede recibir dinero gracias a la Renta Dignidad o el bono Juana Azurduy.
"Estoy seguro que ha vivido por lo menos una de las casualidades que presentamos en el juego”, sostiene Vargas.
Narcos y contrabandistas
Otros temas que se abordan son el narcotráfico y el contrabando. Gracias a las tarjetas o casualidades, el jugador se puede convertir en loteador, avasallador, narcotraficante o contrabandista.
Cuando esto sucede, empieza a recibir grandes montos de dinero a través de sus casas y hoteles. Sin embargo, al mismo tiempo se ve extorsionado por otros participantes.
Pero esta condición puede durar muy poco, ya que en el juego existe la tarjeta de " batida policial”. Si se descubre la ilegalidad, el participante va directamente a la cárcel y pierde todos sus bienes.
"Si estás jugando con tu hijo, él empezará a recibir dinero y a tener propiedades. Al momento en que le confiscan todo, se exalta y pregunta ‘¿por qué me están quitando todo?’. Ése es el momento justo en que el padre debe informar a su hijo que eso es lo que pasa en la realidad y que el ingreso a esos ‘mundos’ significa perderlo todo. Después de la experiencia, el participante ya no quiere esas tarjetas porque sabe las consecuencias”, explica Vargas.
Una gran respuesta
La empresa Cosmopolitana, que administra varias unidades de negocios, entre ellas una imprenta y editorial, ha recibido gran cantidad de pedidos del Evopolio desde diferentes puntos del país después del boom generado con su lanzamiento en la Feria del Libro en Cochabamba.
"El impacto fue excepcional, las ventas se incrementaron drásticamente. Tenemos muchos pedidos que llegan de todos los departamentos”, comenta Vargas.
En sus siguientes versiones Evopolio se irá actualizando y abordará más temáticas de la realidad nacional.
Además de pedidos los creadores reciben sugerencias a través del Facebook (www.facebook.com/evopolio). Actualmente, están preparando la versión digital del juego.
Evopolio se constituye así en un juego que refleja la riqueza turística y la caótica vida de las urbes bolivianas, pero lleva la lección de que al menos en él... los malos no ganan.
Punto de vista
Federico Morón*
Autor cruceño
Sin querer queriendo me convertí en un fanático del juego porque lo compré en la Feria del Libro de Cochabamba. Se vendía con una rapidez absoluta. Por eso actualicé un estado con sarcasmo, en el Facebook, de que el libro más vendido de la Feria del Libro era Evopolio. Esto porque es extraño, a pesar de la calidad del juego, que sea justamente un juego lo que más se venda en la Feria del Libro.
El juego es muy bueno, es el Monopolio que todos conocemos, es interesante y tiene un valor educativo. Tiene desde piedritas para bloquear y hasta se hacen avasallamientos. Uno puede ser narcotraficante o contrabandista. Lo que dura muy poco porque eso se castiga. Todo hecho con mucho humor .
A pesar de algunos problemas en la organización, y la campaña de expectativa para la feria, me fui feliz con el público kochala.// Página Siete (BO)
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