Las diferentes hipótesis sobre la fecha original de la tradicional Feria de Alasitas aún se encuentran en debate; el único consenso entre los investigadores del tema es que no fue el 24 de enero, como marca la tradición, señala el antropólogo Milton Eyzaguirre del Museo de Etnografía y Folklore (MUSEF).
Las fechas probables sobre las cuales surgen diferentes argumentos sobre el origen de la Alasita, conocida como la fiesta de la abundancia donde se vende miniaturas artesanales que representan diferentes deseos de quienes la visitan, giran en torno al 21 de diciembre, al 20 de octubre y al 21 de septiembre.
“Continuamos en debate de cuál de estas tres fechas se celebraba la fiesta de Alasitas antes de 1783, pero lo definitivo es que las personas que estamos en debate coincidimos que no fue el 24 de enero”, señala el investigador al Periódico Digital PIEB.
El año 1783 --dos años después del cerco a La Paz liderado por el caudillo aymara Tupac Katari-- se habría impuesto por ordenanza el cambio de fecha de la fiesta tradicional del Ekeko al 24 de enero, coincidente a la fiesta de la Virgen Nuestra Señora de La Paz, para festejar la victoria española. El dato se respalda en el libro de Antonio Díaz Villamil “Leyendas de mi tierra”.
El escritor boliviano señala en su obra que durante la revuelta, el campesino Isidro Choquewanca ingresaba a la ciudad para entregar alimentos a su enamorada Paula Tintaya, sirvienta de Josefa Úrsula de Rojas Foronda, esposa del gobernador Sebastián de Segurola Marchain.
Díaz Villamil relata que al retornar de la batalla, Segurola encontró a su esposa alimentada y rodeada de alimentos (k´ispiña, maíz tostado y charque de llama) y la imagen del Ekeko en la habitación, por lo que en agradecimiento a Choquewanca mandó a fabricar idolillos con los rasgos de su suegro, cargado de alimentos. El amuleto también circulaba en la festividad de La Paz del 20 de octubre.
Milton Eyzaguirre, jefe de Extensión y Difusión Cultural del MUSEF, señala que de acuerdo al historiador Germán Choquehuanca, la feria de las Alasitas estaría vinculada al año nuevo solar y por tanto surgió el 21 de diciembre, en pleno solsticio de verano.
En cambio, para el investigador Rigoberto Paredes, la feria de Alasitas tuvo su origen un 20 de octubre, en coincidencia con el día de la fundación de La Paz en la población de Laja, donde se entregaban especies en miniatura y estatuillas pequeñas que representaban a un dios de la fertilidad, aparentemente el Ekeko.
La tercera versión corresponde precisamente a Eyzaguirre, quien señala que Alasitas tiene su origen en la fiesta relacionada a la festividad de las illas (pedir favores) que se realizaba el 21 de septiembre en la cultura andina, cuando se recibía a las deidades como el sol, la luna o el relámpago, y se expulsaban los males y enfermedades, esperando beneficios corporales.
“A partir de septiembre y octubre se celebraban rituales a los muertos sobre todo en la Costa del Pacífico, por donde se expulsaban a las enfermedades y a los males, es muy interesante que Cristóbal de Molina, conocido como el cuzqueño, en 1572 dice que a la gente corcovada se los votaba a esos lugares, ahí se encuentra cierta relación porque el Ekeko es un ser corcovado, falta tejerlo más fino, pero esos elementos vinculados”, explica.
El clérigo español Molina, según el estudio de Eyzaguirre, hace referencia al Alaui Situa, como la fiesta de la fertilidad con la imposición de la huyra o calzones a los mozos en edad reproductiva. “Hay una transformación fonética porque el término Alasita tiene una traducción que significa cómprame, pero en la época prehispánica no había el concepto de comprar porque el concepto era del trueque, hice la investigación y era una fiesta vinculada a las illas”, señala.
Sin embargo, paradójicamente la fiesta de la fertilidad fue trasladada a enero en 1783, mes que en la cultura incaria se prohibía las relaciones sexuales por considerarlas ofensas para las deidades. Con el pasar del tiempo, eso cambió y hoy en día el periodo de fertilidad y uniones empieza con la Fiesta de Todos Santos hasta el carnaval, así como la de la fertilidad de los animales y las plantas.
Eyzaguirre menciona que este tejido de elementos que se relacionan entre sí también cobra sentido cuando se contextualiza al momento actual, que es cuando “estamos terminando con el tiempo de los muertos que empezó en Todos Santos o poco antes cuando se hacen los preparativos para los muertos, para los ancestros a quienes les pedimos que nos vaya bien, que haya fertilidad y abundancia”.
En la cultura andina, Todos Santos marca el comienzo de un periodo agrícola con la siembra de productos; principalmente de la papa que va concluir en Carnaval, en medio, se encuentra la festividad de las Alasitas, y la posterior fiesta de la Candelaria del 2 de febrero, que coincide con el inicio de la cosecha de la papa.// PIEB
0 Comentarios
Estimado visitante:
Se aceptan todos los comentarios, siempre y cuando están dentro del marco del respeto y no sean SPAM. (Gracias por tu visita / comentario)