“Fuimos novios por dos años, pero terminamos cuando descubrí algunas mentiras y porque en el fondo sé que no cambiará. Ahora, aunque me lo he propuesto, no puedo dejar de pensar en él, pues estoy obligada a verlo todos los días: trabajamos en el mismo lugar”, cuenta Claudia (32), secretaria en una entidad bancaria.
El dicho popular dice que para olvidar a un amor hay que poner tierra de por medio. Sin embargo, no siempre se puede, sobre todo en sociedades pequeñas como la boliviana, donde uno siempre frecuenta los mismos círculos.
Esta situación sólo puede solucionarla una misma con mucha voluntad y madurez. “No puedes cambiar tu vida, tu formación o tus funciones sólo por olvidarlo. Si, por ejemplo, eres médico y él también, y trabajan en un mismo hospital o pusieron sus consultorios en el mismo lugar sin sospechar que la relación terminaría, debes afrontarlo con madurez. Lo otro sería cambiar todo lo que has logrado a cambio de dejar de verlo y eso no está bien”, explica la psicóloga Mónica Soliz.
Para poder superar un amor pasado —más aún si te ha dejado y lo sigues queriendo— empieza por reconocer que ya no está en tu vida, acepta que lo que tenían ya terminó y deja de idealizarlo y mirarlo como si fuera la única persona que es capaz de brindarte la felicidad.
“El que lo veas siempre no es un pretexto para no poder sacarlo de tu vida. Al contrario, esto te debería infundir las fuerzas necesarias para convencerte a ti misma de que esta persona no te conviene porque no te valora, no te da tu lugar y no te brinda ninguna estabilidad emocional”, reflexiona la especialista. En los primeros días de haber terminado la relación, puede ayudarte un poco el acordarte de las cosas feas y malas que pasaste a su lado, aunque no es una solución.
Según la psicoterapeuta Pilar Manríquez, no puedes escapar de algo momentáneamente: debes hacerlo de raíz y para esto es mejor enfrentar la situación lo antes posible y con mucha madurez. “Tienes el remedio en tus manos y puedes conseguir lo que quieres, es sólo cuestión de actitud y decisión”.
Lo que quieres hacer con tu vida sentimental debe estar claro. De acuerdo con ello, raya la cancha aunque te cause mucho dolor. Aprende a controlar tus emociones y a respetar tus decisiones. Manríquez señala que algunas personas piensan equivocadamente que si dejan de ver a esa persona amada, podrán olvidarla con más facilidad. “Por lo general este plan suele fallar pues cuando de repente vuelves a verlo por alguna razón y, tomando en cuenta que no trabajaste para olvidarlo, te vuelve a mover el piso. Todo empieza desde cero y tu corazón vuelve a latir”.
La psicoterapeuta considera que lo más importante después de llevar el duelo de la ruptura es empezar a trabajar seriamente dentro del proceso de separación y enterrar sus recuerdos y tus sentimientos para tomar un camino opuesto y diferente al suyo.
“Estamos en el mismo curso de inglés y no voy a dejar mis estudios sólo porque él está allí. Me cuesta mucho tenerlo frente a mí y no poder abrazarlo”, cuenta Alejandra, de 26 años de edad.
Lo importante es aprender a romper vínculos definitivamente, aunque lo veas todos los días y estudie al lado tuyo. “Debes tener en cuenta cuáles fueron las razones que te llevaron a terminar con esa pareja. Verlo en todo momento no es razón suficiente para regresar a sus brazos”, aconseja Manríquez.
En cualquier caso, ya sea porque trabajas, estudias o porque vive frente a tu casa, el que tengas que verlo y ponerte fuerte para no correr a él será muy doloroso y difícil, pero el sacrificio será por poco tiempo si sabes trabajar en el proceso. “Una ruptura es dolorosa, sobre todo cuando la relación ha sido seria incluso con compromiso y al principio de la pelea, la situación será molesta e incómoda pero ayudará a darte cuenta de que no son el uno para el otro”, dice la experta.
Aleja su recuerdo
Llena tu vida de cosas que te beneficien: asiste al gimnasio, toma un café con tus amigas, mantente ocupada y no dejes que su recuerdo se apropie de tu mente. Nadie se ha muerto de amor. Al principio duele dejar algo que quieres, pero al final todo pasa en la vida.
Debes ser egoísta
A veces debes ser egoísta al pensar sólo en ti y en la estabilidad que esa relación te daba o no. Puede ser muy lindo todo hasta hacernos caer en la dependencia y no saber distinguir cuál es la línea que separa una cosa de la otra.
No idealices
Hay amores que están basados en la idealización. Esto tiene un tiempo de duración de máximo dos años, ya sea en el enamoramiento o incluso en el matrimonio. Así que si crees que morirás por ese amor si no vuelves a sus brazos, quédate tranquila: eso sólo sucede en las telenovelas.// La Razón
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