España: Garganta de los Infiernos, saltos de agua en el Valle del Jerte

Valle del Jerte

Extremadura, durante tantos desconocida, esconde en su geografía grandes tesoros. La Garganta de los infiernos es un claro ejemplo. Se trata de una Reserva Natural situada en el Valle del Jerte, en la provincia de Cáceres, en un extremo de la sierra de Gredos. Destaca por su espectacularidad en un hermoso paisaje de agradable clima, con inviernos no muy fríos y veranos no muy calurosos.

Esta Reserva Natural es conocida por su enorme red hidrográfica llena de saltos de agua y piscinas naturales, arroyos, cascadas y pozas creadas por la erosión del río, por lo que el verano se presenta como un momento especialmente óptimo para visitarla.

Su clima permite que en el Valle de Jerte existan diversas especies de fauna y flora, como el bosque caducifolio, bosque de ribera, piornales serranos o pastizales alpinos, y diversas especies muy distintas entre sí, debido la diversidad de sus microclimas.

La roca madre de la Garganta es un gran batolito granítico que se originó hace unos 300 millones de años y se modificó estructuralmente hace cuarenta millones de años. Las principales rocas que pueden encontrarse en la zona son granitos y gneis.

Saltos de agua y cascadas

En la Garganta de los Infiernos destacan principalmente los tramos del río donde aparecen las espectaculares Marmitas de Gigante y los impresionantes saltos de agua del paraje de "Los Pilones", uno de los más destacados del valle.

La gran fama de la Garganta de los Infiernos se atribuye sobre todo a esta zona, en la que abundan los saltos de agua y las cascadas, junto a las grandes pozas, fruto de la erosión del cauce del río en la roca. Sus aguas cristalinas en verano hacen de este un lugar ideal para disfrutar de un paseo por el bosque y un refrescante baño en las pozas.

Además de los cauces de agua podemos encontrar formaciones bocosas de alisos, fresnos y sauces, que crecen frondosos con la humedad de la garganta y son especiales para dar una fresca sombra en verano.

La Reserva Natural cuenta con tres glaciares, "Glaciar de San Martín", "Glaciar de La Serrá" y "Glaciar de Asperones". Y se extiende por el Jerte, Tornavacas y Cabezuela, ubicada al norte de la sierra de Tormantos y al sur de la sierra de Gredos, es al oeste de estas formaciones montañosas donde la garganta entronca con el río Jerte. El techo de la Reserva Natural lo forman la Cuerda de los Infiernillos y el Cerro del Estecillo, bordeando el valle glaciar de la Garganta de la Serrá.

Patrimonio cultural

El Valle de Jerte cuenta también con un rico patrimonio cultural. Si hablamos del trazado ribereño y del modelo serrano, nos referimos a los modelos fundamentales de la estructura urbana del valle, determinados por la ubicación de los núcleos esparcidos por las cumbres y laderas.

El tipo ribereño es un modelo de pueblo-calle, fruto de la angostura del terreno, una larga calle y plazuelas abiertas junto a los principales edificios de los pueblos que suelen ser el ayuntamiento y la iglesia. Este tipo podemos verlo en Tornavacas y Jerte. En Cabezuela podemos encontrar una forma triangular y varias calles principales cortadas por otras más pequeñas. Una construcción que se fue adaptando a las irregularidades del terreno.

En la arquitectura encontraremos la casa solariega, construcciones señoriales imitando palacetes, casas con fachada de piedra labrada, dinteles con leyendas y escudos, entre las que destacan los palacios episcopales de Tornavacas y Cabezuela. Por el contrario, la casa popular es la construida con finalidad agropecuaria. Con una bodega en la planta baja, una cuadra y un corral.

Otras construcciones curiosas de la zona son los tinaos, también conocidos como casillas, la construcción pecuaria por excelencia de los prados del valle. Las majás son construcciones para la actividad ganadera y de vivienda para el cabrero. Los guanjos son unos peculiares cobertizos que aprovechan el declive el terreno.

En medio de la campiña se levantaban enormes casonas donde vivía la familia que cuidaba la heredad, a estas casas se les llama caserías. Un elemento importante dentro del paisaje del valle son los aterrazados con piedra, llamados Bancales.

Actividades

En la Reserva Natural se pueden realizar distintos deportes de montaña, bonitas rutas en bicicleta o a caballo, parapente, pesca o escalada y disfrutar de un baño en las piscinas naturales, además de senderismo, con diferentes rutas a través de la reserva y con distinta dificultad. Desde la ruta de la alta travesía, de una dificultad alta, que va del Puerto de Tornavacas hasta Guijo de Santa Bárbara, con un recorrido de 20 kilómetros y una duración de entre 8 y 9 horas, hasta la ruta la ruta del río Jerte, una de las más sencillas, con 2,5 kilómetros de recorrido y tiene una duración de sólo 40 minutos.// 20minutos.es

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