Los dirigidos técnicamente por el español Rafael Benítez accedieron a la final de la Copa Mundial de Clubes al derrotar hace instantes al Seongnam Chunma de Corea del Sur por 3-0, en el marco de las semifinales de dicha competición.
En un partido con pocas situaciones de gol y bastante alejado de lo que los futboleros prefeieren ver, el Inter de Italia mostró un nivel aceptable que le permitió llevarse el triunfo. Tal vez, se esperaba una superioridad mayor desde lo futbolístico por parte del cuadro italiano, pero con poco le alcanzó para sobreponerse ante el conjunto asiático, que nunca pudo inquietar salvo en situaciones aisladas.
El encuentro comenzó con una mala noticia para los Interistas, puesto que al minuto de juego el mediocampista holandés Wesley Sneijder sufrió una lesión y tuvo que ser reemplazado por Thiago Motta. Sin embargo, este mal trago pasó rápido: inmediatamente después, Dejan Stankovic estableció la apertura del marcador tras una habilitación de Diego Milito, que fue la gran figura del partido.
Los orientales, que tuvieron al colombiano Mauricio Molina y a Sasa Ognenovski como principales armas de ataque, siempre intentaron buscar el resultado a través de pelotas aéreas y balones parados; pero su falta de experiencia, sumado a la contundencia, la practicidad y la sólida defensa de los europeos frustraron sus planes.
A los 31 llegó el segundo festejo para los Neroazzurros: el argentino Javier Zanetti se adentró en el corazón del área grande rival y luego de recibir un pase exquisito de taco de su compatriota Milito, anotó el segundo gol de su equipo.
En lo que resto del periodo inicial y durante todo el segundo tiempo, la tónica del partido siempre fue la misma: los surcoreanos quisieron descontar con pocas ideas pero con mucho impetú; mientras que los milaneses rechazaban todo lo que se acercaba a la portería del arquero Julio César y amenazaban con aumentar la diferencia en cada ataque que llevaban a cabo.
A los 72 minutos del segundo tiempo, Milito volvió a demostrar porque fue el jugador más sobresaliente del cotejo: después de que el camerunés Samuel Eto’o disparase al arco contrario y que el guardavalla Jung Sung Ryung diera un rebote, el ex futbolista de Racing Club de Avellaneda capturó el esférico y sentenció la semifinal.
El Inter de Milán repleto de jugadores extranjeros logró lo que su homónimo de Porto Alegre no pudo hacer: estará en la final del Mundo y buscará la gloria máxima ante el Mazembe del Congo.
Vía: Vale Chumbar
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