El River Plate derrotó al Boca Juniors por 1-0 en el partido clásico del fútbol argentino y le dejó en una cuneta, sin objetivos en las cinco jornadas del torneo Apertura que quedan por delante.
Un tanto del defensa Jonathan Maidana, ex jugador boquense, con un remate de cabeza a los 53 minutos, provocó la primera gran alegría de la temporada a los hinchas del River Plate y aportó tres puntos vitales al equipo que lucha por mantenerse en la categoría.
La derrota, séptima en catorce jornadas, profundiza la crisis del Boca Juniors y la inestabilidad en su cargo del entrenador Claudio Borghi, quien había puesto en duda sus posibilidades de llegar a este clásico tras los malos resultados recientes.
Diferente es la situación de Juan José López, el técnico interino del River que debutó en el banquillo tras la destitución de Ángel Cappa, quien con este resultado puede afianzarse en su puesto, al menos hasta finales de este año.
Alejados por 12 y 13 puntos, respectivamente, de los líderes Vélez Sarsfield y Estudiantes, los caídos en desgracia River y Boca salieron al campo motivados por una casi centenaria rivalidad que hace del clásico argentino un espectáculo extra, que cada seis meses paraliza a un país.
"Peor, imposible", se repitió como una letanía en el mundillo futbolístico durante los días previos al choque en el estadio 'Monumental' al cabo del superficial repaso que cualquier aficionado hizo sobre la actualidad de ambos.
El River Plate apremiado como nunca ante la obligación de sumar puntos para mantenerse en la categoría, y el Boca Juniors empobrecido futbolísticamente y sin comparecencia internacional en las dos últimas temporada tras un fulgurante comienzo del milenio.
Los riverplatenses se mostraron más sólidos en la primera parte y exigieron al menos en dos ocasiones al portero Javier García, suplente durante todo el torneo y alineado como titular en "el partido del año", lo cual no pareció inquietarle.
Al Boca se le complicaron las cosas desde el comienzo, cuando Juan Román Riquelme, a los 12 minutos, se mostró dolorido en la pierna derecha, pidió que le sustituyeran y, pese a que el entrenador Claudio Borghi estaba a punto de hacerlo, prefirió quedarse en el campo.
Riquelme casi no tocó el balón y el equipo auriazul deambuló sin rumbo, casi no generó juego en la zona central y dejó totalmente aislado al punta Martín Palermo.
En el descanso, una tendinitis dejó fuera del partido a Riquelme, a quien reemplazó Cristian Chávez, pero el cambio no dio resultados.
El River Plate avisó que estaba decidido a quedarse con los tres puntos, y Javier García volvió a salvar a su portería en el comienzo del segundo tiempo.
El dominio del River, con algunos destellos del veterano Ariel Ortega, tuvo sus frutos a los 53 minutos, cuando Jonathan Maidana -ex jugador del equipo boquense-, superó al meta García con un remate de cabeza a la salida de un córner.
Nada de lo que pasó después puso en riesgo el triunfo del River Plate, porque no se despertaron esperanzas desde la monotonía del juego boquense y de un poco atractivo desarrollo del partido.
Vía: El Deber
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